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visto | 1799 | 1397 |
Resumen
Una tradición en la Ciudad de México es vestir al Niño Dios hogareño con el fin de bendecirlo para la festividad del Día de la Candelaria; los atuendos que se le colocan se vinculan con la devoción a un santo, con la advocación de Jesucristo o con una representación famosa por sus milagros. Un vestido con alta demanda es el del Niño de las Suertes, representación iconográfica que reposa sobre un cráneo a manera de almohada. Esta imagen ha sido retomada por los creyentes de La Santa Muerte, quienes visten a sus propios Niños Dios con esta alegoría.