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Moreno Ortega, K. R., Palafox López., N., & Sánchez Sosa, E. R. (2024). Desmitificar el amor romántico a través del fomento a la lectura en mujeres de la periferia de Xalapa, Veracruz. LiminaR. Estudios Sociales Y Humanísticos, 22(1), 14. https://doi.org/10.29043/liminar.v22i1.1035

Resumen

Se presenta un estudio de caso con resultados de una práctica de fomento a la lectura por placer en un grupo de mujeres que habitan en la periferia, fundamentada en la teoría de consumo cultural. El objetivo fue incentivar el diálogo intergeneracional en torno a los mitos del amor romántico, los roles de género y la feminidad, por medio de textos literarios escritos por mujeres. Los principales resultados mostraron que la literatura es una herramienta idónea para propiciar reflexiones en cuanto a temas como violencia, discriminación, abuso o feminicidio; a la par se incrementa la lectura por placer. Se concluye que los textos literarios son herramientas detonadoras de reflexiones en torno a temáticas de género y que la creación de talleres en áreas periféricas de las urbes puede incrementar el gusto por la lectura. 


Introducción

A lo largo del tiempo la lectura fue una actividad reservada a sectores socioeconómicos privilegiados, asociada a la nobleza o burguesía europea. El acceso a obras escritas estuvo lejos del alcance de personas marginadas por situación de clase, raza o religión. Por ello, la posesión de libros era inimaginable si no se pertenecía a las altas esferas de poder, situación que con el transcurrir del tiempo fue cambiando poco a poco (Manguel, 2013).

En los últimos 30 años la mayoría de analfabetas en México han sido mujeres, teniendo en cuenta el sesgo de población por sexo (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2020). Por ello es importante explorar la lectura no solo como un ejercicio recreativo, sino como una necesidad cultural.

En la periferia latinoamericana conviven una diversidad de grupos -muchas veces fragmentados- con contextos, espacios y características sociales específicas, donde las oportunidades laborales, servicios o espacios de ocio son limitados (Avellaneda y Lazo, 2011; Robles Robles et al., 2021). Petit (2013) advierte que el tejido social en los barrios de periferia se encuentra en deterioro, lo cual propicia fenómenos como la escasa habilidad de simbolizar e imaginar por parte de sus habitantes. Esta situación compromete la autopercepción, el pensarse como individuos en sociedad y el papel que podrían desempeñar en ella. Ante este panorama, la lectura por placer se vuelve una herramienta fundamental para que las personas puedan construirse como sujeto, pensarse, darle sentido a las muchas experiencias que forjan la vida e identidad, para darle voz a los sufrimientos, y concebir sueños o deseos. La lectura por placer conlleva la apropiación de lo leído, así como la pertenencia, donde se descubre a sí mismo, su comunidad y tradiciones (Ruiz-Bejarano, 2018).

Sin embargo, la lectura en México suele estar vinculada al aprendizaje intelectual con fines únicamente académicos (Garrido, 2014). Consecuentemente, los índices más altos de lectores se encuentran entre la población que recibió algún grado de educación superior. Un 88.4 % declaró leer libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, foros o blogs, contra el 49.9 % de la población que no culminó la educación básica (INEGI, 2022a). Con relación al porcentaje de población de mujeres lectoras, representa el 65.7 %, cifra menor al 71.7 % de los varones lectores. En el rango de edades de los 35 a los 44 años las mujeres lectoras son 4 de cada 10 y en los hombres son 8 de cada 10. En cuanto a las mujeres y hombres de 25 a 34 años, los datos son similares, es decir, 8 de cada 10. Esta información es importante porque representa los sectores de la población a los que pertenecen las participantes de la intervención. Dentro de los géneros favoritos que las mujeres mexicanas de 26 a 35 años leen, se encuentra la novela romántica con un 70 %. Las mujeres mayores de 46 años relegan este género al segundo lugar. con un 59 %, siendo el preferido la novela histórica con un 67% (Entre Editores, 2020).

Por otro lado, entre los factores por los cuales la población mexicana no lee, destaca en primer lugar la falta de tiempo, con el 46.7 %, seguido por el 28.1 % que afirma carecer de motivación o gusto por la lectura (INEGI, 2022a). Estas cifras permiten ver la necesidad de acompañar, animar y guiar a la población en el proceso de lectura. Pese a los esfuerzos del Gobierno de México y la Secretaría de Cultura al crear programas nacionales como Salas de lectura o Alas y raíces, aún existen sectores sociales desatendidos.

Ante el panorama descrito, se creó este proyecto con el objetivo de (a) formar lectoras en un espacio de recreación y acercamiento a la lectura por medio de la literatura; y (b) impulsar el consumo cultural. Se diseñó un taller dirigido a mujeres que viven en la periferia -colonia Casa Blanca- de la ciudad de Xalapa, Veracruz, México. Tuvo como elemento medular una cartografía lectora de textos escritos por autoras hispanas y mexicanas, los cuales fueron leídos en voz alta. Esta selección tuvo como objetivo acercar los libros al público destinatario, propiciar reflexiones y un diálogo intergeneracional en torno a los mitos del amor romántico, los roles atribuidos socialmente a las mujeres y la concepción sobre el ser mujer.

Fomento a la lectura

Garrido (2014) sugiere que el acto de leer debería ser un derecho tan esencial como el de gozar de una vida digna, esto debido a la necesidad de fortalecer el fomento a la lectura en México. Sin embargo, las iniciativas gubernamentales se estancan en sectores socioeconómica y culturalmente privilegiados. Con frecuencia, el acceso al consumo cultural y los programas de lectura recreativa se concentran en las grandes urbes, dejando de lado las zonas periféricas con menor acceso al goce de las artes en sus diferentes modalidades de representación. De ahí la urgencia de que la lectura alcance a los sectores más marginados del país.

La lectura en voz alta -principal estrategia de fomento en este proyecto- se utilizó para facilitar la comprensión y amenidad del texto (Lastre-M.et al., 2018). Pese a que la lectura en voz alta es una actividad cuyos elementos como la dicción, entonación, pronunciación, ritmo, fluidez y volumen brindan la posibilidad de imaginar, soñar o expresar emociones en los oyentes (Cova, 2004), no siempre es vista o transmitida de dicha forma. Por ello se consideró importante alejar la posible pena, miedo o nerviosismo que los adultos tienen gracias al contexto escolar. Cassany (2007) menciona que, para muchas personas, la lectura en voz alta fue una experiencia traumática, al castigar sus maestros al alumnado con sesiones de lectura en voz alta.

Perspectiva de género

La lectura como herramienta de conciencia social ha permitido que sectores poblacionales otrora oprimidos y segregados comenzaran a cuestionar el statu quo, su papel en sociedad y el cómo han sido representados a lo largo de la historia. Las mujeres son el ejemplo más claro de ese fenómeno, ya que la lectura les ha permitido que reflexionen sobre su identidad, su rol sociopolítico y la validación de sus derechos como ciudadanas y personas sobre sus decisiones, cuerpos y desarrollo sociocultural. Para lograr expandir este fenómeno es menester implementar la perspectiva de género a través de lecturas que aborden, cuestionen y deconstruyan conocimientos que se dieron por sentados durante siglos y que repetían tal patrón, para propiciar así la perpetuidad de sistemas de control, dominio y odio hacia las mujeres. Lagarde (1996) advierte que la perspectiva de género puede ser irritante en su exigencia a pensar de una forma distinta a la convencional, alterando comportamientos y agregando valores y significados al sentido de la vida de los interesados. Este paradigma exige tanto a mujeres como a hombres un cambio que atraviesa diferentes rubros personales, sociales, académicos, culturales y políticos.

Por ello es de suma importancia implementar la perspectiva de género en el fomento a la lectura, visibilizando a mujeres promotoras de la lectura, pues luchan tanto en el ámbito cultural como en el político por aportar a la mejora de México y sus habitantes.

Feminidad y roles de género

De acuerdo con Lagarde y de los Ríos (2005), la feminidad es el cúmulo de atributos adquiridos y modificables de las mujeres, es decir, todo aquel comportamiento, actitud, actividad, sentimiento, creencia, pensamiento, lenguaje, vínculo y medio por el cual la mujer manifiesta el ser mujer. No obstante, dentro de la feminidad existe desde siempre un mandato sobre la belleza y, sobre ello, Lagarde y de los Ríos (2022) menciona que a las mujeres se les ha enseñado y se les hace sentir que necesitan ser bellas para ser merecedoras de amor. Idea que ha permeado hasta nuestros días, y sobre ella gira gran cantidad de dinámicas sociales, políticas, culturales y virtuales. Es por ello que este mandato de género es una de las múltiples opresiones que atraviesa la vida de mujeres sin importar la raza, etnia y clase social. La belleza ha sido, pese a lo que conlleva, un elemento crucial para determinar qué es una mujer o qué es ser mujer.

Respecto a los roles de género, estos son el conjunto de actitudes y expectativas que rigen la forma de ser, actuar y sentir tanto de mujeres como de hombres, y son construidos, aprendidos y aprehendidos dentro de las sociedades. Aunado a lo anterior, Lagarde y de los Ríos (2005) utiliza el término madresposa, mismo que utiliza y describe como esferas vitales en las que se organizan y conforman los estilos de vida femeninos, independientes a la clase socioeconómica, la edad, la nacionalidad, religión o preferencia política de las mujeres. Ser madresposa es desempeñar actividades reproductivas y tener actitudes voluntarias de servicio. Entiéndase, pues, que los roles de maternidad y conyugalidad han configurado la identidad de las mujeres a lo largo de la historia de la humanidad, y es así como se advierte que la mujer ha sido reducida a deber ser bella, madre y servil: un mero estereotipo. Es por ello que las lecturas implementadas en el taller exploran la amplia gama de posibilidades que engloba el ser mujer, lejos de esa postura sesgada e impositiva.

Teoría del consumo cultural

García Canclini (2006) analiza la manera en que la sociedad consume productos desde la comercialidad y extrapola el mecanismo al acto de consumir productos o bienes de la cultura. Define al consumo cultural como “el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica” (p. 42). Aunque se sabe que los procesos de consumo son importantes, lo es también analizar los espacios donde suceden (Rosas Mantecón, 2002). Por otro lado, debe considerarse que quienes consumen productos de industrias culturales no tienen posibilidad económica para producir (Ortega Villa, 2009).

Entiéndase entonces que el mercado popular, debido a su contexto, consume productos masificados mientras carece de la capacidad de crear productos dentro de industrias culturales como la llamada “alta cultura”. Señala también una aclaración de Bourdieu respecto al término “cultura”, y es que esta debe entenderse desde un sentido antropológico, donde es necesario comprender que las necesidades culturales provienen de la crianza y del acceso a la educación (Ortega Villa, 2009, p. 19). Es así que todo consumo cultural responde a un contexto producto de experiencias, aprendizajes y factores externos al mercado que influyen en los objetos y servicios que consume.

El amor romántico

La escritora y activista estadounidense hooks (2022) teoriza sobre el constructo social que rodea el concepto del amor, y explica cómo desde la primera infancia se enseña a contemplar el amor y el acto de amar asociando la violencia física con las muestras de afecto, hecho que escala hasta las relaciones de pareja en la edad adulta. Este tipo de enseñanzas tradicionales basadas en conductas de violencia vinculadas al amor permea en las sociedades latinoamericanas. El entendimiento del amor como una fuente inagotable de energía, como una promesa similar a la ofrecida por la religión, que asegura un paraíso, ha cimentado en las mentes de las mujeres la necesidad de buscar un cuidador, un protector amoroso capaz de conceder deseos y al mismo tiempo ser un castigador si el comportamiento femenino así lo amerita (Herrera, 2018). Bajo estos preceptos, millones de mujeres mexicanas han dotado de sentido su búsqueda del amor, y si no fuese suficiente, algunas incluso han hecho que el deseo de tener una pareja a la cual amar rija el sentido de sus vidas.

Lagarde (2022) menciona que dentro de la sociedad se espera que las mujeres tengan un papel de subordinación dentro del amor, en el que sus vidas giren alrededor de sus parejas y carezcan de una vida autónoma. Esto debido a que socialmente se posicionaba al varón por encima de la mujer, en un rol de supremacía, mientras ella permanecía subyugada y en abnegación. Estas dinámicas y jerarquías dentro de los vínculos socioafectivos permean en la mayoría de las mujeres y sus relaciones, lo cual conlleva que muchas de ellas sean incapaces de tomar decisiones por sí mismas, dentro y fuera de sus relaciones.

Por otra parte, Flores Fonseca (2019) retoma algunos mitos en torno al amor romántico. Para esta investigación se destacaron los siguientes: (a) el mito de la media naranja, (b) el mito de la fidelidad y (c) el de los celos como muestra de amor genuino.

Antecedentes

Se rescatan proyectos enfocados en mujeres víctimas de violencia, las mujeres como público idóneo para asistir a talleres y el fomento a la lectura y escritura a mujeres habitantes de las periferias. Se ha demostrado, por ejemplo, que la biblioterapia abona a los sentires y pensares de las mujeres funcionando como psicoterapia grupal (Moreno Morales y Ávila Landa, 2021; Uribe Arámburo, 2020). Además, este tipo de proyectos mejoran la comprensión lectora de las asistentes, el aprendizaje dialógico y la formación del hábito lector (Romero González, 2018), resaltando que funcionan como acompañamiento ante las violencias que sufren en sus contextos cotidianos (Corona Zamora y García Güizado, 2022; Vides de Dios, 2021).

Contexto de la intervención

La propuesta se llevó a cabo en la ciudad de Xalapa, capital del estado de Veracruz, México. Esta ciudad alberga 55 localidades entre las que se encuentra Casa Blanca (en adelante CB), un asentamiento ubicado a 20 minutos del centro en vehículo; no obstante, el sitio tiene reducidos eventos culturales o espacios donde se incentive la lectura.

Por ello es importante destacar la existencia y labor del Centro Comunitario de Casa Blanca -lugar donde se llevó a cabo la intervención-, un espacio dependiente del Ayuntamiento de Xalapa en el que se ofrecen diversos talleres como los de bisutería, pintura, cocina o música. A su vez funge como un pequeño acervo de libros, jardín de juegos y sede para actividades de organizaciones. Entre estas se encuentran el Grupo de Mujeres Emprendedoras, el Sistema Nacional para la Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) y el taller Regazos Literarios. A este último asisten entre cuatro y cinco mujeres a leer en voz alta para sus bebés.

La propuesta de trabajar con mujeres nace de las violencias que viven en las relaciones de pareja. El INEGI (2022b) menciona que el 47.3 % de mujeres mayores a 15 años declararon haber tenido al menos una relación de pareja y el 39.9 % de ellas experimentaron algún tipo de violencia en su última relación. De estas un 35.4 % refirió violencia psicológica; el 19.1 %, violencia patrimonial o económica; el 16.8 %, violencia física, y un 6.9 % violencia sexual. Además, el estado de Veracruz cuenta con dos declaratorias por Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) por agravio comparado (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres [CONAVIM], 2016, 2017).

Metodología de la intervención

Para estructurar las sesiones se aplicó el modelo pedagógico de las 5E (Bybee, 2009). La primera E es el enganche, donde el mediador realiza actividades breves o tareas asociadas a experiencias pasadas o presentes de su público. La segunda es exploración, en la que a través de experiencias las participantes encuentran una base común de actividades. En la explicación se centra la atención y se reflexiona en un aspecto concreto de las experiencias. La elaboración refuerza los conocimientos previamente adquiridos. Finalmente, en la evaluación se valoran los conocimientos adquiridos.

El modelo metodológico utilizado fue el estudio de caso. En este se busca analizar una o varias manifestaciones en un grupo de personas. De acuerdo con Hernández Sampieriet al.(2014), el grupo no debe ser mayor a diez personas ni menor a seis. Jiménez Chaves (2012) menciona cinco etapas para llevar a cabo un estudio de caso: (a) selección y definición del caso; (b) elaboración de un cuestionario que será guía para el investigador; (c) recolección de datos mediante observación y examinación.; d) análisis e interpretación de datos estableciendo relaciones de causa y efecto, y (e) elaboración de un reporte cronológico detallado. Por ello, en esta intervención se aplicó una encuesta de hábitos lectores y consumo de bienes culturales fundamentada en el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC) (2014); la observación e interacción previa con el entorno y los habitantes de la zona también permitieron conformar el cuestionario diagnóstico, y posteriormente fueron la base para el registro de las percepciones en torno a la cartografía lectora. Se utilizó un diario de campo violeta -bajo la metodología feminista y de un enfoque de género-; al finalizar el proyecto se aplicó una encuesta y se realizaron entrevistas semiestructuradas. El procesamiento de la información cuantificable se realizó mediante un análisis estadístico de asistencia y los cuestionarios de evaluación inicial y final. Para la parte cualitativa se consideraron la participación, la apertura, la disposición ante las actividades y la actitud.

Desarrollo del proyecto

La mediadora -primera autora del artículo- se coordinó con las auxiliares administrativas del Centro Comunitario (CC) para convocar a mujeres de 17 a 60 años a asistir a un taller de lectura. Se elaboró un cartel y se extendió la invitación a las habitantes de CB. La Tabla 1 muestra las características del grupo.

Tabla 1 Características del grupo Asistente Características “Geraldine” Estudiante d e bachillerato de 17 años, la participante más joven del taller. Afirmó que conocía textos literarios y había leído tres libros en los últimos 12 meses. Dentro de sus gustos manifestó tocar el violín. “Estela” Trabajadora y madre de dos hijos, 42 años. Nunca había asistido a un taller, no conoce espacios o recintos culturales en Xalapa, además de expresar no gustarle mucho la lectura. Disfruta pasar tiempo con sus hijos. “Sonia” Mamá de dos hijos con los que vive y consultora de productos de cuidado personal. Tiene 53 años. Manifestó gustarle la lectura; sin embargo, no es algo que realice de forma habitual. “Alba” Estudiante de la Licenciatura en Pedagogía, 22 años. También se dedica a la venta de productos por redes sociales. Dijo solo disfrutar la lectura cuando se trata de temas interesantes y ha escuchado de diversos eventos culturales, pero no ha asistido a ellos. “Karen” 26 años, licenciada en Pedagogía y docente de primaria. Afirmó gustarle la lectura, pero no leer de forma habitual, leyó un par de libros en los últimos 12 meses. “Verónica” Ama de casa de 49 años, colabora en el negocio familiar. Prefiere la lectura de textos religiosos. Solo ha ido a puestas en escena. Participó en un taller de escritura dirigido a mujeres en 2021. “Sandra” 50 años, ama de casa y mamá de un hijo. Dijo gustarle leer; sin embargo, no hacerlo de forma regular. Externó sí asistir a exposiciones de pintura, obras de teatro y otros eventos. “Claudia” Ama de casa de 47 años. Manifestó gustarle la lectura, pero no realizarla frecuentemente. Dijo no asistir a eventos culturales. Sin embargo, participó en un taller de escritura dirigido a mujeres.

Descripción general de las sesiones

En el primer momento de planeación del taller se previeron 12 sesiones de 90 minutos cada una, por realizar en un lapso de cinco meses. Este número se modificó a 15, pues con el paso del tiempo las participantes se mostraron interesadas en continuar con esta experiencia.

La estructura de las 15 sesiones siguió el modelo pedagógico de las 5E (Bybee, 2009). En el enganche se utilizaron textos de literatura infantil para iniciar las sesiones (Díaz Reguera, 2015; Gades y Macías, 2017; Olmos, 2021; Ramos Revillas, 2016; Romero, 2016, 2019; Snunit, 1993; Yim Bridges, 2002). Tocaban temas como inteligencia emocional, autocuidado, autonomía corporal de las mujeres, masculinidad, roles masculinos y femeninos, y violencia en México. Estos textos introducían sutilmente los temas por tratar en la sesión. Posterior a ese momento se leía un segundo texto, el cual ya entraba en materia propiamente del tema.

En la exploración las participantes identificaron ideas, pensares y sentires actuales respecto a temas como las relaciones de pareja, el ser mujer, las violencias contra las mujeres o cualquier otro rubro que tomase relevancia a partir de las lecturas elegidas (Arredondo, 2010; Dávila, 2016; Dey, 2021; Esquivel, 2018; Guevara del Ángel, 2018; hooks, 2022; Lagarde y de los Ríos, 2022; Velasco Vargas; 2008). Durante la explicación las participantes fortalecieron la comprensión de los temas a partir de la lectura en voz alta. A la vez las entrelazaban con experiencias personales para después dar puntos de vista y posibles interpretaciones. Este proceso de diálogo y escucha surgía en ocasiones, a partir de preguntas lanzadas por parte de la mediadora y de reflexiones sugeridas por la misma.

En la etapa de la elaboración, la mediadora del taller ofrecía actividades de escritura que permitían reflexionar y afianzar las nuevas reflexiones generadas a partir de las lecturas y del diálogo compartido entre las participantes. Los temas variaron, pues se habló de la construcción no hegemónica de la feminidad, las nuevas perspectivas de las relaciones sexoafectivas, los roles de género y las violencias contra las mujeres y niñas.

Finalmente, en la evaluación las participantes contestaron un cuestionario final y se realizaron las entrevistas semiestructuradas. Elementos fundamentales para el análisis y las conclusiones de este estudio.

Descripción de las estrategias de promoción de la lectura empleadas

La estrategia medular durante cada sesión fue la lectura en voz alta. La vinculación dinámica de la proyección vocal junto con el ritmo y la dicción despertaron el interés de las participantes para hacerlo ellas mismas. Incluso para solicitarle a la mediadora herramientas o ejercicios para ellas mejorar su lectura en voz alta.

En algunas sesiones existieron hasta tres lecturas, y en otras se creó un espacio más amplio para la convivencia. Lo primordial era que cada reunión fuese enriquecedora para las participantes y la mediadora. Pues el disfrute de cada momento no solo dotó de absoluto sentido el proyecto al promover la lectura por placer, sino que, además, el desarrollo de cada sesión ampliaba el abanico de posibles emociones por experimentar. La mediación de la lectura y la construcción de un espacio seguro y de respeto no solo fue trabajo de la mediadora, sino también de las mujeres de CB.

Se llevó a cabo un café literario. También se realizaron ejercicios de escritura de narraciones cortas. En cuanto a las correcciones, no se hizo ninguna, ni de tipo sintáctica u ortográfica. Pues al ser el primer encuentro de la escritura como un acto literario, creativo y de autoconocimiento, era necesario que el puente entre este ejercicio y las participantes fuera ameno y totalmente alejado de conductas escolares, reglas y correcciones. Otra estrategia fue invitar a la autora Magali Velasco Vargas para compartir sobre su vida como escritora y lectora. Esta charla fue de gran interés y gusto para las participantes, pues conocer a una escritora xalapeña causó revuelo e impacto en ellas. Incluso al espacio llegaron tres mujeres externas al grupo, pero habitantes de CB. Esta actividad propició la última estrategia: asistir a eventos culturales en la ciudad; por lo tanto, las participantes acudieron a la presentación de las novelas de Magali Velasco y la autora Itzel Guevara del Ángel, en la librería Argonautas de la ciudad.

Resultados

La asistencia promedio fue de siete mujeres, y fue la sesión 10 (visita de la autora) la más concurrida, con 12 personas. En contraposición, la sesión 1 contó con tres asistentes. En el diagnóstico se identificó que las mujeres laboran entre seis y ocho horas diarias. Cuatro de las mujeres que únicamente se dedican a las labores domésticas no identificaron sus actividades como trabajo. Este dato es particularmente interesante porque permite dilucidar los roles de género, en los que su trabajo en casa es parte de su actitud voluntaria de servicio (Lagarde y de los Ríos, 2005). Las participantes dedican su tiempo libre principalmente a hacer manualidades o salir de paseo. Tres de ellas mencionaron la lectura. Al ocupar gran parte de su día en estas actividades, estos datos corresponden a lo mencionado por el INEGI (2022a): hay una falta de tiempo para la lectura. Por ello debe fomentarse desde el acompañamiento, en este caso de una mediadora.

En cuanto al consumo cultural, cinco de ellas no habían asistido a talleres en los últimos dos años. De los 17 espacios culturales existentes en la ciudad, tanto del sector privado como del público, que se contemplaron para esta investigación, las participantes solo pudieron mencionar seis. Solo dos mujeres pudieron recordar la promoción de un evento cultural. Cuatro nunca han asistido a una feria del libro. En este sentido se aprecia lo mencionado por Ortega Villa (2009); al no haber un contexto que proporcione a cceso, experiencias o aprendizajes, el consumo cultural se ve mermado.

La Tabla 2 muestra los cinco textos más sobresalientes de la cartografía y su impacto. Específicamente se centra en las violencias y la perspectiva de género.

Tabla 2 Impacto de lecturas Lectura Violencia/Perspectiva de género Reacción de las participantes “El hombre ideal” (Dey, 2021). Sinopsis: La protagonista es una mujer exitosa e independiente; sin embargo, no logra sentirse completa si no es teniendo un hombre idóneo para ella. El texto explora la idea tradicional de cómo a las mujeres se les inculca la necesidad de sentirse plenas hasta el momento en que comparten su vida en pareja. Las participantes manifestaron sus sentires y pensares en torno a la vida con sus actuales parejas. Los comentarios de “Estela” y “Sandra” abordaron la vida que compartieron anteriormente con los padres de sus hijos o exparejas significativas para ellas. “Estela” se asumió a sí misma como una mujer cursi, que siempre había deseado una pareja que la amara. “Verónica” habló de su esposo. Las más jóvenes, “Geraldine” y “Karen”, comentaron elementos que debía poseer el hombre con el que compartiesen su vida o su tiempo. Fue notorio cómo muchas de las participantes consideraban la vida en pareja como un elemento crucial para la vida de cualquier mujer. Aquí se puede apreciar el constructo social mencionado por Herrera (2018), en el que el amor se contempla como un paraíso. La mujer está en una búsqueda continua de un cuidador. Además, se establece la relación del mito romántico de la media naranja donde las mujeres tienen la creencia de haber nacido predestinadas a encontrar su pareja en el mundo, y la búsqueda de esta dota de sentido su existencia (Flores Fonseca, 2019). “Nenúfares al amanecer” (Velasco Vargas, 2013). Sinopsis: Narra la violación que sufrió una niña por parte de su padre. Violencia sexual. El cuento no solo narra esta tormentosa situación de forma metafórica, sino que además retrata el escarnio social y el hecho de no creerle a la víctima y culpabilizarla por tal situación. La lectura en voz dejó atónitas a las participantes. “Sonia” mencionó que era una historia fuerte y que era muy lamentable que esas cosas no solo fueran cuentos, sino realidades. Ante tal apreciación, las demás participantes comentaron que para ellas lo más representativo del texto era que la madre de la protagonista no le había creído sobre el abuso sexual que estaba sufriendo y que también en algún punto sufriría la hermana menor. Tal acción fue estremecedora para el grupo de participantes. “El último verano” (Dávila, 2018). Sinopsis: La protagonista de la historia se entera de su embarazo a una edad madura y al mismo tiempo se siente insatisfecha con su vida marital; comienza a experimentar un abatimiento emocional y físico, lo cual detona un aborto espontáneo que, por una parte, parece aliviarla de sus preocupaciones, pero, por otro lado, la llena de paranoias. El cuento fue utilizado para tocar el tema de la maternidad y desdibujar la idealización social en torno a esta experiencia femenina. La mayoría tomó el texto orientándolo más hacia el cansancio que muchas veces puede producir la maternidad. Esto sin dejar de lado una romantización de lo que significa ser madre. Es decir que había un reconocimiento de lo agotador que puede ser el trabajo de cuidados y las labores domésticas, pero esto era más bien era interpretado como todo el sacrificio que las mujeres hacen por ser buenas madres. Como menciona Lagarde (2005), el rol de madresposa conforma la vida de las mujeres, sin embargo, la lectura proporcionó otra visualización de lo que es la maternidad y se considera un acierto dentro de la perspectiva de género el carecer de respuestas desfavorables sobre este tema. “Tordos sobre lilas” (Velasco Vargas, 2013). Sinopsis: Narra el feminicidio de una niña en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Feminicidio infantil. Las participantes hablaron del cuidado hacia los hijos, de creerles cuando denuncian alguna violencia y de la relevancia del cuento elaborado por la autora. La sensibilización orientada a la violencia feminicida no resultó contraproducente, ya que en ocasiones hay públicos que no disfrutan leer textos donde se aborda la violencia, aunque sean un retrato de la realidad que se vive en México. El grupo de participantes se mostró asertivo durante el tiempo en que se comentaron sentires, pensares e incluso historias personales. La sesión 11, donde se hizo esta lectura, se extendió más de lo planeado ya que detonó muchos comentarios de las participantes. De esta forma las participantes reflexionaron sus derechos, su valor como mujeres y cuestionaron las violencias y rol sociopolítico, elementos base de la perspectiva de género (Lagarde, 1996). “¡Sea por Dios y venga más!” (Esquivel, 2018). Sinopsis: Retrata la vida de una mujer cuyo esposo la convence de que él necesita una amante y ella debe aceptar tal necesidad. La protagonista accede, lo que la lleva hacia la desesperación y el dolor. Para sentirse mejor se vuelve alcohólica. Violencia en la pareja. Las mujeres no opinaron mucho sobre situaciones como la que se narró. Sin embargo, la mediadora habló sobre el cómo muchas mujeres suelen aceptar situaciones dentro de sus relaciones de pareja, con tal de mantener a su lado a esos hombres. Se tocó la normalización de la violencia física dentro de las relaciones y de la ruptura de acuerdos dentro de una relación monogámica. De esta forma se buscó generar conciencia social, estimular la reflexión sobre las actitudes, creencias y sentimientos. Estimular el pensamiento de que se vale más que la pasajera belleza, y que el rol de conyugalidad sumisa debe ser eliminado (Lagarde 2005, 2022).

En cuanto a los mitos, el libro de Dey (2021) representa el de la media naranja (Flores Fonseca, 2019). Fue elemental su lectura para introducir a las participantes en el tema de idealización de la pareja. Se les ofreció una perspectiva distinta, enfatizando las cualidades del personaje protagónico del cuento, como su independencia, inteligencia, éxito y reconocimientos profesionales; destacando que era una mujer increíblemente talentosa y tenía todo, pero que no se sentía satisfecha con ello porque no tenía pareja. Este tipo de reflexión no fue mencionada por ninguna de las participantes; sin embargo, fue bien atendida y comprendida. Esto aunado a lo que Lagarde y de los Ríos (2022) propone sobre el cómo las mujeres deben saberse solas, porque este espacio en solitario las dota de fortalecimiento personal, de capacidad para desarrollar habilidades, de autoconocimiento y de reconocimiento de las cualidades potenciales que cada una posee.

En el cuestionario final se indagó sobre las lecturas preferidas de las participantes, y los cuentos de Velasco Vargas (2013) encabezaron la lista. Además, se preguntó cuáles eran las nuevas percepciones en torno a la lectura. A continuación se mencionan algunas de las respuestas. Alba, 22 años: “Es un espacio muy lindo, que te transforma y permite ver la vida desde una perspectiva totalmente distinta”. Karen”, 26 años: “Sin duda es una de las cosas más enriquecedoras, te permite crear hábitos, incrementa la creatividad, el razonamiento, el análisis y la comprensión”. Estela, 42 años: “Aprendí muchas cosas interesantes, entre ellas apreciar más la lectura y escritura y ponerles más atención”. Verónica, 49 años: “Me parece muy importante y fantástico adentrarme en historias, a veces ficticias o reales”. Y finalmente, Sandra, 50 años, quien destacó durante las sesiones que ella había estado trabajando en una librería años atrás: “Pienso que abre la mente para introducirnos más al gusto por leer, aprender y conocer a mujeres escritoras”.

Tales respuestas indican que la percepción en torno a la lectura cambió, pues sus respuestas pasaron de ser “me gusta un poco” o “sí me gusta, pero no lo hago frecuentemente” a entender la lectura como un espacio de transformación, de aprendizaje y diálogo. Como una experiencia agradable. Pues también se preguntó por sus sentires dentro del taller y todas dijeron sentirse motivadas, contentas, interesadas, cómodas y reflexivas. Con ello se retoma lo mencionado por Petit (2013): por la lectura, las personas se construyen mediante la reflexión de experiencias, de sufrimientos, sueños o deseos. Por ello resulta de suma importancia acercar la lectura por placer a contextos con escaso acceso a ella, en este caso la periferia.

Conclusiones

La lectura como un espacio íntimo, de recreación, de aprendizajes, de reflexiones y de amplias posibilidades, fue elemental dentro de esta práctica. El sentido de compartir, de proponer nuevos acercamientos a los textos, de crear primeros o segundos encuentros entre las participantes y los textos fue posible gracias a la disposición de quien medió y de las mujeres que sesión a sesión se congregaron en el CC. El primer objetivo de esta intervención se vio sostenido por las ocho participantes que habitan la periferia de la ciudad de Xalapa. La intención de fomentar la lectura por placer se articuló sesión a sesión. Como dice Petit (2001), hacerles ver que de entre todos los textos, ya sea antiguos o contemporáneos, siempre habrá uno o varios que les hablarán de algo en particular.

Se considera que el grupo estudiado logró cumplir el objetivo de la intervención, ya que encontraron el gusto por la lectura y la escritura aterrizadas a sus contextos y posibilidades. A la vez, los vínculos estrechados entre ellas abrieron la posibilidad de entablar abiertamente el diálogo intergeneracional, y poder así conocer y entender las perspectivas y nociones que todas poseían acerca de temas como el amor romántico, los roles de géneros y la identidad de las mujeres; todo ello gracias a la lectura.

En cuanto a la contribución del consumo de bienes culturales, se realizaron dos visitas a espacios culturales, con motivo de dos actos: la presentación de las novelas de Magali Velasco y de Itzel Guevara del Ángel, en la librería Argonautas, y la visita a Tlaqná Centro Cultural para escuchar un concierto de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX). Estos eventos impactaron positivamente en el ánimo de las mujeres del taller, quienes se mostraron participativas, especialmente en el de la OSX.

Cabe mencionar que la mediadora del taller gestionó el apoyo de la Dirección General de Difusión Cultural de la UV, por el que se otorgó diez boletos de cortesía para que las mujeres pudieran asistir de forma gratuita al concierto. Esta participación en el concierto sucedió tres semanas después de que el taller concluyera. Sin embargo, pese a que esta actividad había finalizado, las mujeres pidieron continuar con el espacio. Fue así que se conformó un círculo de lectura en el mismo sitio.

En conclusión, las herramientas, la metodología y el enfoque utilizados en el taller de lectura en la colonia Casa Blanca resultó un gran ejercicio de fomento a la lectura, con resultados fascinantes y vivencias que todo promotor de la lectura debe experimentar. La literatura es una herramienta increíblemente maravillosa que puede tender puentes entre la vida de las personas y las nuevas formas de entender lo que rodea a las personas.

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