ARTÍCULOS
Prácticas Socioculturales, Turismo E Identidad Entre Los Hijos De Migrantes Yucatecos En Cancún
Be-Ramírez Pedro Antonio*
Sima Lozano Eyder Gabriel*
González Neri Adriana*
DOI: http://dx.doi.org/10.2536/liminar.v15i2.537
* Be-Ramírez Pedro Antonio Universidad Autónoma de Baja California, Campus Mexicali, México. Correo electrónico: pedro.be.ramirez@gmail.com.
* Sima Lozano Eyder Gabriel Universidad Autónoma de Baja California, Campus Ensenada, México. Correo electrónico: eyderg@gmail.com.
* González Neri Adriana Universidad del Caribe (UNICARIBE), México. Correo electrónico: adriana_ neri@hotmail.com.
Enviado a dictamen: 15 de agosto de 2016..
Aprobación: 8 de mayo de 2017.
Revisiones: 1
Resumen
El centro turístico de Cancún en el sur de México atrae a muchas familias migrantes mayas originarias de la región maicera al este de la península yucateca, un área donde las tradiciones ceremoniales y rituales se conservan. En el nuevo escenario social, la transmisión de prácticas y valores indígenas a las nuevas generaciones está en tensión constante con el contexto turístico de la ciudad. Desde la perspectiva de los hijos de las familias migrantes, este artículo se enfoca en el rol de la cultura maya para dar significado a las prácticas y construcciones sociales que ofrecen un sentido de congruencia a las vidas. Entre los jóvenes existen nuevas formas de interpretar y apropiarse de su “herencia yucateca maya”..
Palabras clave: migración interna, migración rural-urbana, migrantes, cultura maya, prácticas socioculturales, identidad.
Abstract
Southern Mexico’s commercialized tourist hub Cancun draws many working migrant Mayan Indian families whose origins are based in the Eastern corn-growing region of Yucatán, an area wh. In their new social scenario, the transmission of social y cultural practices, norms and values to new generations is in constant tension with the surrounding touristic social context. From the perspective of children of migrant families, this article focuses on the roll that Mayan Culture plays in signifying practices and constructs, which offer congruency and a sense of place to their lives. Among young people there are new ways of understanding, interpreting and appropriating their “Yucatecan Maya heritage”.
Keywords: internal migration, rural-urban migration, migrants, Mayan culture, social and cultural practices, identity.
Desde los inicios del Plan Maestro Cancún y la conformación de esta ciudad hace más de cuarenta años, han llegado a ella oleadas de inmigrantes procedentes de todo el país, especialmente de Yucatán. En la ciudad, desarrollada bajo una óptica centrada en el turismo, la segunda generación de migrantes yucatecos
El objetivo de este escrito consiste en comprender cómo se insertan estos jóvenes con padres de origen yucateco en los múltiples escenarios donde interactúan en la ciudad de Cancún, las prácticas domésticas que realizan con respecto a algunos rituales mayas o a otras costumbres como la preparación de platillos regionales yucatecos, así como su relación con el sector turístico, entre otros aspectos que configuran su “mundo de vida”, sobre todo en la construcción social de la identidad. Para alcanzar este objetivo nos planteamos las siguientes interrogantes: ¿cuáles son las prácticas socioculturales que los jóvenes radicados en Cancún realizan con respecto a lo yucateco y lo maya?, ¿qué prácticas de la comercialización de la cultura maya intervienen en el contexto cancunense y qué expresan los jóvenes sobre ello? y, finalmente, ¿cómo construyen los jóvenes su identidad a través de la experiencia en su lugar de origen y en el escenario actual?
A partir de un estudio de caso sobre las experiencias de jóvenes cuyos padres proceden de la región maicera del oriente de Yucatán será posible advertir cómo se perciben estos procesos socioculturales al situarse en un espacio turístico. La información que aquí se presenta corresponde a una investigación más amplia relacionada con el vínculo que guarda la segunda generación de migrantes yucatecos en Cancún con el turismo, así como los impactos sociales, culturales, económicos y políticos de la actividad turística sobre la ciudad, al ser este sector parte fundamental de su desarrollo y crecimiento continuos. Sin duda, Cancún es el polo turístico por excelencia del estado de Quintana Roo, y muy importante en el país, además de ser un lugar de encuentro de inmigrantes de diferentes latitudes.
El contenido de este documento se compone de un apartado sobre la conceptualización de la identidad como cambiante, dinámica y contrastiva en un determinado grupo o colectividad. En la siguiente sección, dividida en dos apartados, se efectúa una caracterización de la zona de procedencia de los migrantes yucatecos en los que nos centramos, la maicera, y también del lugar actual o de destino donde residen los informantes, la ciudad de Cancún. El tercer apartado consta de tres partes; en la primera mostramos las experiencias de los jóvenes y cómo interactúan y se retroalimentan entre sí con respecto a las prácticas socioculturales, costumbres y tradiciones yucatecas; en la segunda analizamos la comercialización de la cultura maya desde el ámbito turístico y, finalmente, en la tercera nos referimos a su configuración identitaria. Concluimos el trabajo con unas reflexiones finales en las que discutimos cómo la socialización de los hijos, con múltiples elementos transmitidos por sus padres, pone en la discusión la multiplicidad de sus pertenencias en el marco de una economía basada en el turismo.
Como construcción social, la identidad surge como producto de los intercambios que realizan las personas a partir de su propia subjetividad con otros individuos en el marco del contexto en el que participan. Así, en el sentido planteado por
Esta identificación o pertenencia al grupo como un fenómeno subjetivo, y por ende cognitivo, nos permite identificarnos e identificar a los miembros de nuestro propio grupo para generar una afirmación identitaria en función del contraste con “el otro significativo”. La pertenencia a un colectivo, grupo o comunidad entraña compartir lo que Giménez denomina “el complejo simbólico-cultural” (1997: 14), pues encierra un contenido distintivo sea simbólico, material o emocional hacia dicha colectividad. Con ello su pertenencia implica, al menos de manera parcial, compartir el núcleo de representaciones sociales, los discursos, los textos y lo simbólico, que otorgan distinción y les caracterizan.
Así, para Giménez “lo simbólico es el mundo de las representaciones sociales materializadas en formas sensibles [o simbólicas], y que pueden ser expresiones, artefactos, acciones, acontecimientos y alguna cualidad o relación” (2007: 32), es decir, va desde la fonética o la escritura, hasta las prácticas sociales, los usos y costumbres, la indumentaria, la alimentación, la vivienda y la organización del espacio y del tiempo, entre otros elementos. Por ello, lo simbólico, para este autor, envuelve todo el extenso conjunto de procesos sociales basados en la significación, así como en la comunicación. La realidad social es dotada de significado por el grupo, y ésta se reconstruye cognitivamente e integra a su sistema de creencias y valores otros significados acordes al contexto social, histórico e ideológico donde se sitúa.
En la construcción social de la identidad existen aspectos destacables o sobresalientes de la personalidad que el individuo elige expresar u ocultar en consonancia con el entorno y lo situacional. En el marco de esta caracterización propia y de los otros, se establecen los lineamientos de la identificación, diferenciación o reinvención como procesos simultáneos en un grupo o colectividad. Para
Aquí vale preguntarse sobre las estrategias que los grupos emplean para mantenerse, persistir o reelaborar sus experiencias de vida, de tal suerte que hoy en día los límites son porosos y cambiantes, lo que da paso a la oportunidad de reconstruirse. Esto puede observarse entre los yucatecos o mayas yucatecos,
La llamada región maicera o milpera del oriente yucateco está compuesta por veinticinco municipios considerados de gran tradición cultural. En la época colonial se caracterizó por la sublevación, la resistencia y la huida de sus pobladores, lo que, junto con la vegetación tropical, hizo que la región fuera considerada poco accesible y hospitalaria para los españoles, por lo que la presencia de éstos fue menos nutrida en la zona que en el resto de la entidad yucateca (
Los movimientos de huida y repoblamiento fueron las primeras llamaradas de resistencia, como la ocurrida en el poblado de Tekax en 1610 o la protagonizada por Jacinto Canek en 1761 en el poblado de Cisteil. Estos movimientos constituyeron las bases de los principios ideológicos y políticos que desencadenaron en la región del oriente yucateco la confrontación de los indígenas rebeldes contra la aristocracia “blanca yucateca” en la llamada Guerra de Castas (
Un hecho innegable de estas dinámicas fue la consecuencia positiva sobre la continuidad cultural en la región al permitir la transmisión de prácticas, costumbres y rituales mayas yucatecos hasta nuestros días. Con esto se generó todo un proceso de reinvención cultural e identitaria que integra sus formas cotidianas de vida social, política y religiosa, producto tanto de expresiones de autodefensa en contra de la élite hegemónica, pero también de resistencia por la continuación de aspectos relevantes que otorgan sentido a sí mismos (
Asimismo, la región maicera ha experimentado diversos procesos de expansión y contracción económicas por factores como el crecimiento exponencial de la actividad ganadera, la comercialización de la agricultura y las limitaciones impuestas como resultado del reparto agrario ocurrido en la zona, así como por el crecimiento poblacional (
Para
Cancún, ciudad ubicada en el municipio de Benito Juárez, es uno de los puntos de destino más atractivos para la población migrante desde su constitución como centro turístico de talla mundial a inicios de la década de los setenta del siglo pasado. La población inmigrante que llegó a la ciudad procedente de otras zonas del país fue en aumento a lo largo de los años, al pasar de 29 753 en 1980, a 408 857 en 2010 (
El fenómeno del turismo resulta central para comprender diversos procesos que trastocan la vida de los migrantes yucatecos en esta región quintanarroense y, al mismo tiempo, cómo interviene en la recreación de sus pertenencias. Autores como
A pesar de considerar el turismo como un factor que perturba y desorganiza la cotidianidad de las comunidades que participan en la dinámica migratoria, es importante señalar su capacidad de generar agencia y promover la continuidad cultural. Junto con el turismo, en Cancún ha surgido una sociedad emergente, producto de las migraciones continuas y de los diversos proyectos de desarrollo en los que se han insertado los migrantes yucatecos. En la ciudad construyen su experiencia como migrantes, como yucatecos y como poseedores de la cultura maya en un entorno ajeno. Esto es posible observar en los migrantes originarios de una de las regiones yucatecas más tradicionales y con participación migratoria importante, la maicera. De estos migrantes yucatecos y sus experiencias de vida es de lo que trata el siguiente apartado.
Para tratar sobre la presencia de los inmigrantes en los escenarios turísticos, donde se ponen en juego las formas de comprender el mundo a partir de reinventar los lugares de origen y de destino, en este apartado buscamos explicar cómo la segunda generación de migrantes yucatecos interactúa en el entorno de Cancún a través de sus referentes socioculturales. Se realizó un estudio de caso con un grupo de jóvenes cuyos padres de origen yucateco procedían de una región socioeconómica considerada tradicional: la zona maicera o milpera ubicada al oriente del estado de Yucatán. La selección de estos jóvenes a finales de 2011 se realizó a partir de una muestra más amplia constituida por 192 estudiantes de la licenciatura en Turismo y Gestión Hotelera de la Universidad del Caribe (UNICARIBE).
Posteriormente, aplicamos un criterio de selección más fino basado en el lugar de origen de sus padres, y optamos por aquellos cuyos dos padres eran de origen yucateco, por lo que la selección se concretó en 31 personas, es decir, un 16% de los estudiantes que conformaban la muestra inicial. Para la discusión que aquí pretendemos realizar destacamos una característica de interés por su importancia en cuanto a procesos socioculturales. Nos referimos a la preferencia de padres yucatecos provenientes de la región maicera.
A través de las particularidades de estos jóvenes y desde sus experiencias, trataremos de comprender el papel que juegan algunos aspectos de su cultura y de la identidad social en un contexto económico basado en el ocio. Para tratar de responder a las interrogantes planteadas al inicio de este trabajo, en primer lugar abordaremos los aspectos sociales y culturales que consideramos son expresión de la “herencia maya yucateca” de la cual forman parte. Nos referimos a prácticas, costumbres y tradiciones que conforman la cotidianidad de los yucatecos y el significado que éstas asumen al incorporarse a la experiencia de vida de estos jóvenes. En segundo lugar, haremos referencia a la oferta que se realiza en Cancún con respecto a “lo maya”, es decir, a cómo los empresarios y las agencias de operadores turísticos proyectan la cultura maya ante los visitantes, sobre todo porque el destino es ofrecido como “la puerta de entrada al Mundo Maya” a través de los medios de comunicación. En tercer lugar discutiremos sobre los referentes identitarios desde los que se sitúan estos hijos de migrantes yucatecos al colocar en la discusión cada uno de los aspectos socioculturales con los cuales fueron socializados.
Para indagar sobre la primera pregunta de investigación: -¿cuáles son las prácticas socioculturales que los jóvenes radicados en Cancún realizan con respecto a lo yucateco y lo maya?- puede afirmarse que en buena medida estos jóvenes viven o participan del entramado cultural socializado por los padres, y tienen un interés genuino por conocer e investigar sobre la cultura maya. Los elementos de la cultura maya que en especial valoran son: las costumbres, las tradiciones y las formas de comportarse y concebir el mundo, pues dichos conocimientos, que no todos poseen, les permiten “conectarse” con su entorno. De ahí el interés por indagar sobre las costumbres, las tradiciones, los rituales mayas y la medicina tradicional, entre otros aspectos que valoran de su “herencia familiar yucateca”.
En el caso de Alicia,
[…] vivo a espaldas del estadio 86 [en la región 90] y la mayoría de mis vecinos son de Yucatán, y cuando se reúnen platican en maya, eso es muy padre […] Yo lo entiendo, tuve que aprender por parte de mi abuela paterna que no habla en español, y cuando íbamos [al pueblo] tenía que entenderla y mi mamá me explicaba. Mis papás hablan maya… te digo, en las fiestas hablan maya para decirse bromas, es muy divertido… para las fiestas siempre se reúnen, agarran pretexto para la pachanga [...] este es el tipo de cosas que te divierten; como todos vienen de Yucatán, se identifican […] (Alicia, originaria de Cancún, entrevista realizada el 22 de octubre de 2011).
Para la familia de Alicia y sus vecinos de origen yucateco, las fiestas o reuniones en Cancún junto con otras prácticas culturales como las “novenas”,
Sobre las ceremonias y rituales mayas realizados en el lugar de destino, José, otro de los informantes que participaron en el estudio, nos habló del
La selección del compadre o la comadre se realiza comúnmente dentro de la familia, y la alegría festiva por incorporar a un nuevo miembro en la comunidad se acompaña de comida tradicional como relleno negro o cochinita. A la conexión cosmogónica maya de conducir el ritual en tiempo y forma acorde con la edad y el sexo del pequeño, actualmente se añaden nuevos elementos como la incorporación de libretas de buena calidad para propiciar el estudio o escogerle una profesión como médicos, contadores o maestros, entre otros. El compadrazgo ritual que aquí ocurre se ciñe de una responsabilidad a manera de guía para con el infante a lo largo de su vida y también confiere obligaciones. Así lo expresa José:
Es tan fuerte esa parte [de ser padrino de
Desde la óptica de José, el compadrazgo adquiere un sentido de prestigio entre los participantes, pero de igual manera implica un compromiso para atender en todo momento las necesidades del ahijado, y es ahí donde los lazos familiares y comunitarios se consolidan (
No obstante, encontramos dos casos contrastantes: el de Rosa y el de Heberto, quienes a pesar de recibir la carga de costumbres, de tradiciones e incluso del idioma mismo, en su pequeño mundo doméstico, ambos poseen una débil concepción de la cultura maya yucateca. Según ellos, desde muy pequeños participaban en las fiestas patronales, en las “vaquerías”
Por lo anterior, notamos la existencia de una ideología que opera para discriminar, segregar y ejercer prejuicios hacia las lenguas mexicanas por parte de la sociedad dominante, es decir, el estigma que conlleva el hablar una lengua indígena (
En las siguientes líneas, buscamos responder a la segunda pregunta de investigación: ¿qué prácticas de la comercialización de la cultura maya intervienen en el contexto cancunense y qué expresan los jóvenes sobre ello? La capacidad de las prácticas, las costumbres y la cosmovisión de la cultura regional se interpreta desde diversos ángulos como, por ejemplo, en la cotidianidad de los jóvenes. Así, los componentes culturales y de identidad social se inscriben bajo una nueva lógica donde la economía es lo que impera. En ese sentido, una modalidad fina para ofrecer los destinos turísticos; más allá del sol y la playa, también la encontramos en la cultura maya con sus celebraciones religiosas, creencias y visitas a sitios arqueológicos. Está claro que la mirada turística se orienta hacia el exotismo y el calor de las playas caribeñas, y lo que menos importa es la conservación cultural maya en su esencia en sus descendientes actuales.
En esta vertiente, la legislatura yucateca presentó el Decreto 391
Yo digo que es marketing porque no le dan proyección a las ruinas arqueológicas de El Rey o El Meco [aquí en Cancún]. Igual recuerdo que en [un hotel de la zona hotelera], en la parte de arriba [de sus muros] tiene jeroglíficos mayas y porque tenían una conexión con esa parte del hotel [ya estaban hablando de lo maya], pero era para aparentar porque el inmueble ya estaba y el hotel sólo lo aprovechó, le cayó como anillo al dedo […] (José, originario de Chichimilá, entrevista realizada el 23 de febrero de 2012).
[…] puede ser un poco de [preservar y también vender] porque en estos últimos años sí ha incrementando muchísimo el turismo cultural […] en parte es como estratégica que preservemos la costumbre para podérsela enseñar a los turistas, tal vez pueda ser eso. Sí están procurando que no se pierda el hablar maya, las tradiciones, la comida y todo eso como para dejar un legado aún más fuerte, pero también para que esa característica de nosotros atraiga más turistas […] tiene que ver con un interés turístico (Rosa, originaria de Valladolid, entrevista realizada el 13 de marzo de 2012).
Lo veo como una forma de atraer turistas. Antes Cancún era [un destino] de sol y playa, ahora quieren venderlo como un destino cultural. Es algo imposible de hacer y es algo tonto que le hace México como promoción para solventar y existir el destino. Se apoyan en la cultura maya aunque aquí no hay nada cercano… quizá las ruinas arqueológicas de El Rey, pero tampoco son muy vendidas […] (Heberto, originario de Cancún, entrevista realizada el 26 de marzo de 2012).
Según los testimonios de jóvenes mayas la discusión va en un doble sentido. Por un lado, se crea cierta importancia para “conservar” y “mantener” la cultura de la región, pero también, si existiera un interés real, se contaría con acciones que promovieran las costumbres o el aprendizaje de la lengua maya, por ejemplo. Se cuenta con circuitos culturales donde los turistas experimentan la cultura de los mayas prehispánicos a través de visitas a sitios arqueológicos como Tulum en Quintana Roo o Chichen Itzá en Yucatán. La estrategia se basa en “continuar” ese legado de “lo maya” donde las cadenas hoteleras, restauranteras y del espectáculo junto con instancias gubernamentales, ofrecen ciertos
Sin duda, el objetivo es vender, así de simple. De manera que los elementos culturales se transforman en productos turísticos para el consumo de los visitantes (
Al tomar en cuenta la socialización recibida en el ámbito doméstico y las experiencias obtenidas tanto en origen como en destino, buscamos respuesta a la tercera pregunta: ¿cómo construyen los jóvenes su identidad a partir de la experiencia con su origen y el escenario actual? Para responder esto, encontramos entre los jóvenes tres entornos para construir sus pertenencias de manera particular. El primero se presenta en aquellos que nacieron en Cancún. En ellos resulta innegable la conexión con el lugar de origen, pues además de asumir su identidad con respecto a su territorialidad (“soy de Cancún”), añaden el bagaje cultural heredado de sus padres. Aunque nacieron en un lugar turístico, ellos retoman la cultura maya yucateca como su pertenencia inicial y reiteran su lugar de nacimiento por cuestiones jurídicas manifestadas en los registros donde las actas y cartillas de identificación lo comprueban. Ello se expresa en el siguiente testimonio:
Yo nací aquí en Cancún, por acta de nacimiento soy quintanarroense, cancunense, pero soy de sangre yucateca. Me considero yucateco aunque haya nacido aquí… por cuestiones jurídicas soy quintanarroense… tampoco soy de esas personas que rechaza sus orígenes porque mis papás son de ahí (Heberto, originario de Cancún, entrevista realizada el 26 de marzo de 2012).
La capacidad de reinvención identitaria es patente en el testimonio de Heberto, pues además de expresarse como cancunense también se identifica como “de sangre yucateca” a través de las costumbres y las creencias que le dan solidez a sus raíces yucatecas. En el caso de Alicia, hablar de Yucatán, de su gente, su trato, sus historias y leyendas, su tranquilidad, e incluso su forma tan particular de hablar, corresponden a la vida cotidiana dentro de su núcleo familiar y de las relaciones comunitarias que se han formado con sus vecinos, con quienes comparte el mismo código cultural, lo que le permite sentirse como si estuviera en el origen. En este orden de ideas, hallamos en los testimonios que el lugar de donde proceden sus padres es su primer referente. Marisol, otra informante, nos suministra un ejemplo de ello:
[Soy] una yucateca que va a seguir siendo y será de ahí… viviendo en Cancún, en donde sea, siempre realizaré lo mismo, todo, las tradiciones que me ha enseñado mi papá de Yucatán. Si me voy a otro lugar, si me caso, [a mis hijos] les voy a enseñar lo que yo sé, soy de Yucatán, soy yucateca… sí, porque a veces dicen “los indios de Yucatán” y no,
La valoración del “ser yucateca”, en el caso de Marisol, refleja la continuidad de tradiciones y costumbres inculcadas por sus familiares. Para ella, resulta afortunado haber nacido en Yucatán donde todo ese bagaje cultural aprendido a través de sus padres y por cuenta propia, constituye su referente más importante. Estas concepciones se acompañan de la grandeza que reside en la cultura maya, y de ser portadores de majestuosas construcciones arqueológicas, de conocimientos sobre medicina, del clima y la naturaleza que reflejan la etnicidad maya (
Así, esta pertenencia orientada hacia el pasado y las identidades indígenas en las que los informantes tienen un sentimiento de pertenencia (
¡Ay, Dios! No sé (se ríe), así en cierta manera no sé qué decir porque conozco mucho de Valladolid, podría ser la mitad y mitad. ¡No!, más cancunense que de Valladolid porque toda mi vida es de aquí, aunque Cancún no tenga una identidad [...] y en cuanto a Valladolid […] me encanta que mi familia sea de ahí, siempre junta, dando buenos valores y gracias a ellos soy lo que soy aunque viva aquí en Cancún. Entonces me considero parte de Cancún un 70, 75 por ciento y el resto de Valladolid. Una preferencia por los dos no, antes te hubiera dicho 100 por ciento cancunense, pero por muchas cosas ya me siento más aquí, pero un poquito de allá […] (Rosa, originaria de Valladolid, entrevista realizada el 13 de marzo de 2012).
Mientras los demás jóvenes hacen alusión a la cultura de origen de los padres, para Rosa su referente se sitúa, esencialmente, en la ciudad de Cancún, el cual considera como el espacio donde elabora su presente. No obstante, la visita ocasional a su familia en el lugar de origen contribuye a enriquecer la “otra parte” de su cultura. Su “nuevo” acercamiento identitario que media entre Cancún y Valladolid es producto de las reflexiones y discusiones generadas sobre la cultura regional que recibió en su formación universitaria. Esto podríamos sustentarlo en la idea de
Otro punto del análisis es la ausencia de una identidad propia en Cancún, atribuida a la inexistencia de costumbres, tradiciones locales, aunque algunos autores indican que ésta se encuentra en construcción (
En este trabajo, hemos expuesto la manera en que la segunda generación de migrantes yucatecos se relaciona e interactúa en el lugar de destino, donde los significados, y las concepciones de vivir y ubicarse en un polo turístico cobran importancia para ellos. Para lograr el objetivo planteado en la introducción, respondimos tres cuestionamientos propuestos al inicio de este escrito sobre las prácticas socioculturales mayas yucatecas, la comercialización de dichas prácticas en sitios precolombinos orientados hacia el turismo nacional o internacional, y las construcciones que de sí mismos elaboran los informantes a partir de situarse en el escenario de sol y playa. Sobre estos encuentros, al que los hijos de migrantes yucatecos han asistido, se demuestran las nuevas formas de apropiación y reinterpretación del mundo individual y colectivo.
Lo que se ilustra en este trabajo advierte sobre los eventos sociohistóricos acontecidos en el sureste mexicano, sobre todo, el impacto del turismo entre los yucatecos, quienes contribuyeron a la creación y consolidación de una región de talla mundial como es el Caribe mexicano. La socialización y la constante recreación cultural permiten la continuidad de prácticas, costumbres y tradiciones como el
Sobre estos jóvenes podemos advertir la importancia de estar conectados con “lo yucateco” donde es posible preparar alimentos yucatecos, escuchar la lengua maya e incluso participar de ciertos rituales como el
Cancún es una ciudad donde la complejidad está a la orden del día, por lo que la reinvención cultural entre los migrantes yucatecos y su incorporación en el atrayente mercado global costero quintanarroense, son el mecanismo para cautivar a los turistas extranjeros.
El Caribe mexicano constituye un nicho de análisis y reflexión, donde la innegable presencia de la cultura maya y las relaciones interétnicas conforman la base para indagar la presencia de los mayas yucatecos o bien de otros mexicanos, de turistas nacionales o extranjeros, quienes le imprimen un sello particular al entorno turístico global.
De manera particular, resulta relevante el encuentro entre los migrantes y los locales, específicamente entre los yucatecos y quienes no lo son, pues es el reflejo de las transformaciones o reinvenciones sobre las prácticas, costumbres y valores yucatecos en aquellos escenarios donde se ‘consume’ su cultura. En definitiva, desde estas trincheras es posible apreciar las representaciones e imaginarios sobre la cultura maya y el papel que presentan los mayas actuales ante las instancias de control y superioridad en pos de la modernidad y la globalización.
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