[ 0009-0001-8678-0516 ] Karla Steffany Ruiz Ramírez [*]
Los autores del volumen cuentan con una amplia y sólida trayectoria en el campo de los estudios migratorios, las ciencias sociales y las políticas públicas. González Zepeda ha investigado extensamente sobre los estudios organizacionales, migraciones internacionales y estudios transnacionales. Ordóñez Cuenca se ha especializado en migración internacional, efecto de la migración, percepciones de la migración y migración interna. Por su parte, Cueto Calderón cuenta con una amplia producción en movilidad humana transnacional y resiliencia sociocultural. Mientras que García-Macías se centra en economía política, estudios críticos del desarrollo y migración. Esta combinación de expertise garantiza un abordaje multidimensional y crítico del fenómeno migratorio.
La migración como fenómeno ha adquirido gran importancia en los últimos años, además de ir en aumento debido a múltiples factores, entre los que se cuentan guerras, crisis climáticas y crisis económicas. En este sentido, De Haas et al. (2020) identifican como impulsores de la migración la pobreza estructural, la desigualdad y el cambio climático. En consecuencia, el libro Crisis y migración. Experiencias y desafíos en el Sur Global Vol. II indaga en este fenómeno analizando las trayectorias migratorias en el Sur Global, las vulnerabilidades de las personas migrantes, sus procesos de adaptación y resistencia a las adversidades.
Cabe destacar que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que, en 2024, 304 millones de personas eran migrantes a nivel internacional, en comparación con 2020, cuando se contabilizaron 281 millones de migrantes; es decir, hubo un aumento del 8.2% en el número de migrantes a nivel global en sólo cuatro años (IOM Global Migration Data Analysis Centre, 2025).
Por lo anterior, el libro presenta el concepto de crisis como uno de los ejes principales de la obra, ya que no solo ayuda a comprender las dinámicas migratorias, sino que también permite analizar las respuestas institucionales. En otras palabras, las crisis —económicas, climáticas y sociales— están interconectadas y determinan en última instancia las decisiones migratorias. De acuerdo con los autores, la crisis no es un suceso aislado en el tiempo y el espacio, sino un proceso multifacético que afecta dimensiones como la salud, la educación y el bienestar social. Se subraya que la elección de migrar no es ajena, sino que se debe a un conjunto de situaciones que el sistema capitalista a menudo impone. Dentro de los apartados, se coloca sobre la mesa un análisis crítico del capitalismo, lo que evidencia cómo las políticas neoliberales han agravado las condiciones de vida en el Sur Global, al forzar a numerosas personas a dejar sus hogares.
El análisis se extiende a la gestión migratoria y el papel de los Estados en la atención de las diferentes crisis humanitarias. En el capítulo I, que aborda la migración venezolana en Argentina, se discute cómo el gobierno argentino ha tenido que lidiar con un flujo migratorio sin precedentes que desbordó sus capacidades estatales. La tensión entre políticas de control migratorio y las necesidades concretas de los migrantes evidencia la importancia de un enfoque humanitario centrado en la dignidad de las personas. Las políticas públicas implementadas —ya sea bajo un marco de políticas de control o de integración— son estudiadas revelando incoherencias gubernamentales. Esta elección refleja una tendencia más amplia en la política internacional, donde las medidas de seguridad suelen predominar sobre la protección de los derechos humanos.
García-Macías y Cueto-Calderón (2024) señalan que, en América Latina, países como Venezuela, Honduras, El Salvador y Guatemala han visto un incremento significativo en las migraciones hacia Estados Unidos y México, impulsadas por la falta de oportunidades y la violencia. Este mismo contexto sirve como telón de fondo en el análisis de los autores, quienes no solo describen la realidad de las personas migrantes en su tránsito por México, sino que también realizan una crítica aguda a las políticas y la estructura organizacional. Además, se retoman las políticas externalizadas de Estados Unidos hacia México, las cuales perpetúan dicha vulnerabilidad y criminalizan a las personas en movilidad.
Para el caso de México, el capítulo II se centra en la estructura organizacional de la administración pública responsable de la gestión de la migración que permite conocer cómo se desarrollan los mecanismos y programas migratorios. Aunque la Unidad de Política Migratoria y otras instituciones desempeñan un papel de gran relevancia en la instrumentación de una política que tiende hacia una migración segura y ordenada, el libro critica la falta de recursos apropiados y la formación en las instituciones responsables de la implementación de dichas políticas. Estas críticas invitan a reflexionar sobre la capacidad de respuesta de las instituciones competentes para garantizar los derechos de los migrantes. Al mismo tiempo, se subraya a urgencia de fortalecer las entidades administrativas que gestionan la migración, con el fin de asegurar que este proceso respete los derechos de todas las personas involucradas.
En el capítulo III, dedicado a la relación migración-clima en Marruecos y Senegal, se resalta un aspecto crucial: a pesar de la creciente evidencia de que el clima intensifica la migración, las políticas públicas al respecto son insuficientes. La omisión de este vínculo en la agenda política internacional implica no responder adecuadamente a las crisis que enfrentan estas comunidades. Existe una brecha alarmante entre la investigación científica y la formulación de políticas. El libro enfatiza que el cambio climático no es un solo desafío, sino que a este lo acompañan el cambio migratorio, económico y social.
De igual forma, el análisis del discurso político en España —capítulo IV— con relación a los menores no acompañados —africanos y ucranianos— permite demostrar cómo las historias favorecen los procesos de inclusión y exclusión. Los escritores argumentan que la formación política de estas categorías está marcada por elementos raciales y geopolíticos, lo que otorga estigma a determinados grupos de migrantes. Esta interpretación crítica demuestra que las políticas migratorias pueden verse afectadas por prejuicios culturales y perspectivas prejuiciadas, lo cual resalta la importancia de formular políticas más equitativas y dignas. Cabe mencionar que en 2020 el 13% de los migrantes a nivel internacional era menor de 18 años (IOM Global Analysis Centre, 2025).
Un punto crucial de la obra es el capítulo V, que se centra en las vulnerabilidades que enfrentan las mujeres migrantes. Se estima que, a mediados de 2024, el 48% de las personas migrantes a nivel mundial eran mujeres y niñas (IOM Global Migration Data Analysis Centre, 2025).A través de relatos desgarradores, se evidencian las violencias extremas, como la trata de personas y el abuso sexual, que las obliga a tomar decisiones drásticas para sobrevivir. Un testimonio desgarrador de esto es el de Ivy, quien se rasguñó la cara para evitar que los hombres la vieran como objeto sexual. Los testimonios recopilados en este capítulo ponen de manifiesto que la violencia de género es una constante en las trayectorias, lo que requiere una atención urgente por parte de los responsables de políticas migratorias. Este enfoque resalta la necesidad de una mirada crítica hacia políticas que, con frecuencia, ignoran estas realidades. La falta de protección no sólo perpetúa su vulnerabilidad, sino que también contribuye a la deshumanización del proceso migratorio.
El capítulo VI aborda las dificultades en el acceso a la salud que enfrentan los migrantes en Estados Unidos y México —en específico de Cholula, Puebla—. Las autoras destacan la exclusión sistemática y las barreras administrativas, culturales y económicas que limitan el ejercicio efectivo de este derecho. A través de testimonios y análisis cualitativo-cuantitativos, se evidencia la necesidad de políticas públicas que reconozcan las particularidades de esta población y garanticen su reintegración con dignidad y equidad en el sistema de salud local.
Por su parte, el capítulo VII, a partir de una perspectiva teológica y de estudios migratorios, propone una indagación desde un marco ético fundamentado en las tradiciones bíblicas para fomentar una migración más humana. Urrea Duque cuestiona la deshumanización de las políticas migratorias contemporáneas y sostiene la idea de cómo el “amor hacia el extranjero” puede respaldar prácticas de acogida y equidad hacia los migrantes, superando perspectivas securitizadas.
En contraste, el capítulo VIII presenta un enfoque teórico para analizar las decisiones migratorias desde la perspectiva de la economía institucional y evolutiva. Critica los modelos tradicionales que simplifican la migración como una decisión racional individual y sugiere, en cambio, un enfoque que considere instituciones, contextos históricos y costumbres culturales como elementos esenciales que configuren —y limiten— las decisiones de migrar en contextos de crisis.
Posteriormente, el capítulo IX examina cómo las crisis económicas en Ecuador —intensificadas por periodos de recesión, inflación y desempleo— han fomentado la emigración internacional como táctica de supervivencia familiar. Es decir, la familia elige qué integrante migra para proporcionar un mejor futuro a los que permanecen. Guamán Carrión resalta la capacidad de estas familias para resistir y mantener el núcleo familiar, con el fin de reducir los costos emocionales.
Para finalizar, el capítulo X investiga cómo elementos como la crisis de pensiones, el elevado costo de vida en naciones industrializadas —como Estados Unidos— y la aspiración a una mayor calidad de vida fomentan la movilidad de jubilados hacia el Sur Global. Se resalta que estos procesos crean nuevos retos y oportunidades para las comunidades receptoras, desde la gentrificación hasta el intercambio cultural y económico.
En conclusión, Crisis y migración. Experiencias y desafíos en el Sur Global Vol. II es un estudio riguroso y completo que expone de manera precisa las complejidades de la migración actual. Mediante un análisis sólidamente fundamentado, los autores establecen vínculos entre crisis y migración, crisis y políticas públicas, y promueven un enfoque holístico de estos temas, evitando simplificaciones o perspectivas puramente contingentes. No se limita a detallar la situación presente, sino que busca brindar opciones y sugerencias para la creación de políticas más eficientes y humanas. Por lo tanto, este libro intenta establecerse como un pilar inestimable para académicos, creadores de políticas y activistas en el análisis de las migraciones y las crisis a nivel mundial.