[ 0000-0003-0744-0124 ] Carlos Mauricio Hernández [*]
El libro coordinado por la investigadora Dolores Guadalupe Sosa Zúñiga, titulada del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanística del CESMECA, se centra en el estudio de la interacción virtual de jóvenes universitarios a través de distintas redes sociales disponibles en Internet. Específicamente de las redes llamadas WhatsApp, Facebook, Twitter (ahora denominada X), Skype y Wattpad. Contiene cinco capítulos en los que se puede identificar lo común en ellos: son investigaciones particulares en las que jóvenes universitarios son informantes clave sobre prácticas cotidianas en el mundo de la realidad virtual. La riqueza de cada capítulo es que se identifica con claridad —al inicio del mismo—la metodología utilizada, el marco teórico de fondo y los principales resultados fruto de la puesta en práctica del proyecto específico en cada caso. Se evidencia así el soporte teórico y la práctica científica que implica la investigación en sí. Por esta razón, el libro reseñado puede ser de utilidad a profesores y estudiantes de cualquier clase de metodología de la investigación (de pregrado o posgrado).
Además, la confluencia de especialidades de autores refleja a su vez el diálogo interdisciplina-rio que está implícito en el libro. En la biografía académica de la coordinadora, Sosa Zúñiga, quien tiene como formación inicial la Licenciatura en Sistemas de la Computación, una maestría en Ética para la Construcción Social y el ya mencionado Doctorado en el área de las Ciencias Socia-les, expresa este diálogo entre tres grandes campos del saber (las ciencias sociales, las ramas de ingeniería y sistemas informáticos y la filosofía), lo cual se vuelve idóneo para el abordaje de una realidad compleja. Por ello, Sosa Zúñiga, en los capítulos I y II tiene como punto de partida la cultura o modo de ser que el uso del aparato celular implica en cuanto a la comunicación humana, en especial a la de las generaciones en edad universitaria. No es casual que en los tiempos actuales las personas conviertan un encuentro cara a cara o presencial, de un instante para otro, en uno de tipo virtual al hacer uso del celular e imbuirse en las redes sociales que ahí se encuentran fruto del desarrollo y accesibilidad que proporciona el Internet.
Se ha hecho cotidiano con el paso de los años y, a veces sin ser tan conscientes de ello, la afectación virtual en el modo en que se dan las pláticas cotidianas de tipo familiar, amistoso e incluso amoroso o sexual. El libro es un llamado de atención para que esta afectación no pase desapercibida. De hecho, el libro mismo es fruto de la problematización de esta práctica ahora cada vez más cotidiana. Por ejemplo, Sosa Zúñiga aborda en sus capítulos lo que se puede denominar el dilema exprés de interacción cotidiana en un encuentro entre personas. Este dilema se expresa con la pregunta ¿con quién elijo interactuar en un encuentro cotidiano? La autora sugiere que se trata de apelar a una jerarquía de valores que, por un lado, sopesa el sentimiento de respeto que se tenga por las personas con las que se entabla la comunicación presencial o virtual y, por otro, entra en juego la importancia del tema. No hay una fórmula universal de cómo salir o resolver el dilema exprés. No obstante, desde los tes-timonios mismos de jóvenes estudiantes universitarios, la autora presenta datos acerca de cómo en la práctica se vive cotidianamente este dilema. Autoridades de todo tipo (religiosas, políticas, académicas, profesionales, madres y padres de familia) deberían tomar nota de estos resultados expuestos en el libro para sus consideraciones en la interacción con jóvenes.
El capítulo III fue escrito en conjunto por Julio Cuevas —Ingeniero en Electrónica y con posgrados en ciencias de la educación—, Sara Jiménez —Doctora en Educación— y Norma Márquez —Doctora en Psicología Educativa—. Lo que investigaron y lo que presentan en este capítulo contrasta con la creencia acerca de que las redes sociales virtuales solo sirven para distraer o alie-nar a la juventud universitaria, puesto que utilizaron el Facebook con fines académicos con un grupo de estudiantes y futuros profesores de matemáticas. La experiencia registrada puede dar luces a profesores de distintas áreas del saber para aprovechar las redes sociales y convertirlas en herramientas educativas.
[i] Fuente: captura de pantalla tomada del libro Sosa Zúniga, D. G. (2022). Jóvenes y redes sociales. Aproximaciones desde entornos universitarios. CENEJUS-UASLP, p. 139.
Por su parte, las doctoras Lilián Salado –Doctora en Ciencias Sociales– y María González –Doctora en Filosofía–, pusieron su énfasis en la participación política de jóvenes universitarios en el espacio virtual que proporcionan las redes sociales en el capítulo IV. El abordaje metodológico y los resultados son de gran importancia para investigadores cuyo interés es cómo ahora la política, las campañas electorales y las exigencias o silencios de la ciudadanía en el ámbito de las redes sociales en Internet, son parte fundamental de la cotidianidad en la dinámica social. De igual manera, el uso de las redes sociales disponibles en Internet son espacios de expresión emocional y de encuentros virtuales que se traducen en encuentros físicos que incluso pueden llegar a matrimonios o a vínculos de parejas estables o inestables. Es decir, el mundo virtual se ha convertido en un espacio vital de encuentros y desahogos. Esto lo estudió el Doctor en Investigación Educativa, Fernando Domínguez, con un grupo de estudiantes de la Universidad Veracruzana en el último capítulo del libro (V). Por ejemplo, uno de los participantes llegó a afirmar que no solo se encuentran amigos en el espacio digital, sino que en incluso sus mejores amigos provienen de esos encuentros virtuales. Algo que para la generación que ronda los 40 años puede ser inverosímil o tener prejuicios pues no dimensionan los aspectos positivos que estos espacios de interacción pueden llegar a significar. Para personas que están separadas por grandes distancias o migrantes que por distintas razones no pueden encontrarse personalmente, el aparato celular significa un medio para estar en comunicación directa, aunque a su vez, puede generar incomodidad con quien alguien convive cotidianamente cara a cara.
A manera de conclusión se puede mencionar que estamos frente a un campo de estudio con muchas preguntas por resolver en lo concerniente a qué tanto afecta o incide en la calidad de vida, las luchas o inacción político-social, el sentido de la vida o en qué tanto se conoce o se transmite la verdad por esos medios digitales en el presente. Y es que la manipulación de información en las redes de Internet puede tener efectos sociales y políticos graves o positivos para una sociedad. El mito de la caverna de Platón es un recordatorio de cómo, gobiernos o empresas pueden caer en la publicidad engañosa efectiva: confundir la mentira por verdad y viceversa para favorecer intereses inconfesables o éticamente insostenibles.
El caso salvadoreño actual es un fiel ejemplo de ello, con un presidente que viola sistemáti-camente lo establecido en la Constitución Política, los derechos humanos y una serie de tratados internacionales concernientes a las libertades cívicas básicas en una democracia. No se permite desde el Estado las investigaciones sobre casos de corrupción o de pactos con líderes de grupos criminales, a menos que sean de sectores de gobiernos anteriores no aliados, lo que se traduce en un alto nivel de percepción de seguridad. Lo que le ha valido al presidente Nayib Bukele (reelecto de manera inconstitucional a principios de 2024) obtener y sostener una popularidad significativa, tanto dentro como fuera de El Salvador, por adjudicársele mesiánicamente la so-lución al problema de la violencia social, que tanto ha afectado a la sociedad salvadoreña desde el fin de la guerra civil en 1992 expresada en las maras o pandillas. Una de las piezas clave en mantener esta narrativa —aunque no se corresponde fielmente con la realidad— es el uso de las redes sociales por parte del aparato gubernamental y de seguidores entusiastas o cuasi reli-giosos del líder político salvadoreño, en muchos de los casos, con expresiones de violencia digi-tal iracunda.
Se hace pues, una invitación desde la lectura de este libro, a pensar en qué aspectos puede estarse dando este fenómeno en México u otras regiones de América Latina y qué desafíos episte-mológicos plantea este tipo de situaciones, para enfrentar desde la rigurosidad que la académica exige, el abordaje de la interacción humana a través de la realidad virtual.