[ 009-0001-5237-5168 ] Raúl Castro Vieyra [*]
Los estudios recientes en el campo de la etnopsiquiatría han abierto las puertas a la nece-sidad de adentrarnos en el conocimiento vernáculo sobre asuntos de salud mental, aquel que florece en las sociedades no-occidentales. Esta comprensión se considera fundamental para lograr intervenciones más oportunas (cuando son requeridas) y evitar posibles conflictos causados por la imposición de perspectivas de la medicina científica occidental. En otro orden de palabras, estos abordajes se enfocan en explorar cómo estas otras sociedades comprenden y afrontan las conductas consideradas anormales o antisociales.1
González Sobrino (2012) hace énfasis en el problema de que las investigaciones socioantropológicas en el país tienden a imponer conocimientos occidentales en la explicación de los problemas de salud mental que ocurren en contextos no-occidentales, como las sociedades indígenas. En consecuencia, la autora incentiva a los investigadores a realizar y reforzar indagaciones que se centren en el cono-cimiento vernáculo de estos espacios culturales.
Asimismo, este trabajo entra en sintonía con la inferencia de Devereux (1971), quien afirma que, en toda sociedad, en todo espacio cultural, existe la presencia de sujetos que no se ajustan a las normas establecidas, si bien estos sujetos anormales continúan siendo socialmente aceptados (Laplantine, 1979). Es decir, se crean en determinada semiosfera textos cognitivos de ese-otro-que-no-soy-yo, que atribuyen a ese otro características de conducta anormal, pero normalizadas e institucionalizadas en símbolos y signos de acuerdo social que solo pueden ser descifradas y comprendidas dentro de la misma semiosfera que las crea (Lotman, 1996). Parafraseando a Devereux: usted no debe ser loco, pero si desea serlo, estas son las maneras en cómo debería hacerlo (Devereux, 1971).
Con base en estas premisas, emerge el interés de estudiar cómo la sociedad ch’ol construye, ordena y reconstruye a esas otredades internas nombradas sojquem i jol2, al mismo tiempo que interesa averiguar cómo los sojquem i jol influyen en las dinámicas y constructos socioculturales del sistemach’ol. Nos encontramos, en efecto, imbuidos en el interés por comprender los procesos recursivos de organización y reorganización sistémica que emergen a través de las prácticas de los sujetos sojquem i jol y las narrativas de los sujetos tojach i ña’täbal.3
Para llevar a cabo esta exploración, se realizaron tres estancias en la comunidad de Frontera Corozal, Chiapas, durante los años 2018 y 2019. Durante ese tiempo, se ejecutaron entrevistas con grupos focales en diversas instituciones productoras-reproductoras-normalizadoras del discurso. Estas entrevistas se realizaron a fieles de tres instituciones religiosas (Señor de Tila, Iglesia Evangélica Independiente “Betania” e Iglesia de Dios de la Profecía), así como en dos instituciones escolares (docentes de educación primaria). Además, se realizaron entrevistas directamente en los hogares de los participantes.
El objetivo de esta metodología fue explorar si los participantes reproducen discursos institucio-nalizados. Para ello, se llevó a cabo un proceso en dos fases. En la primera, se observó y registró la interacción de los participantes en un contexto grupal para identificar patrones y temas recurrentes en sus discursos. Posteriormente, en la siguiente fase las mismas personas fueron entrevistadas individualmente en sus hogares. Este paso tuvo el propósito de observar si mantenían la misma narrativa o si introducían cambios significativos con respecto a sus respuestas previas. Al comparar ambos contextos, se buscó entender mejor la influencia de las dinámicas grupales y las posibles variaciones en el discurso personal frente a las instituciones.
Las entrevistas se centraron en obtener información sobre cómo las personas identifican los procesos y causas que los pueden llevar a convertirse en sojquem i jol. Además, se investigaron las prácticas asociadas a los sojquem i jol y las posibilidades de normalizar a estos sujetos dentro de sus comunidades. Para lograr este objetivo, las preguntas formuladas fueron inicialmente generales y se adaptaron de manera flexible según las respuestas de los entrevistados. Este enfoque permitió guiar la discusión de manera efectiva, y profundizar así en aspectos específicos relevantes según el contexto de cada individuo. A través de este método, se procuró obtener una comprensión más completa y matizada de las experiencias y percepciones relacionadas con los sojquem i jol, lo que facilitó una exploración más detallada de los temas tratados.
Las narrativas producto de las entrevistas han resultado de gran valía al propósito de llevar a cabo dos modalidades de análisis. En primer lugar, se ha emprendido un enfoque sustentado en la semiótica de la cultura, según lo expuesto por Lotman (1996) y Bajtín (2012), así como en el marco conceptual del pensamiento complejo, fundamentado en las obras de Morin (2009a; 2009b) y las aportaciones de Maturana y Varela (1990), entre otros (Haidar, 2006). Los resultados han revelado que la influencia eclesiástica (mayormente los pentecostés) produce-reproduce de manera significativa los discursos y textos que la sociedad ch’ol tiene sobre el fenómeno sojquem i jol, enfocados visiblemente en causas relacionadas con el Diablo, y asumiendo que la iglesia y los pastores tienen los medios de normalización (Castro Vieyra, 2019).
Tras realizar los estudios mencionados anteriormente, nuestro siguiente enfoque se centró en comprender la función de los individuos identificados como sojquem i jol mediante un análisis de sentimientos. El objetivo fue hallar las emociones expresadas por los sujetos tojach i ña’täbal al definir a sus otredades internas. Para ello, analizamos cómo se manifiestan estas emociones en sus discursos y narrativas. En otras palabras, interesaba encontrar cómo se construye la vivencia emotiva de ese-otro-que-no-soy-yo (Bajtín, 2012). A través de este análisis, procuramos revelar las dinámicas afectivas y las relaciones emocionales que configuran la percepción y categorización de los sojquem i jol. Este enfoque nos ha permitido entender mejor las implicaciones emocionales y sociales que tienen estas construcciones de alteridad en la comunidad estudiada.
Para alcanzar este objetivo, el presente estudio se basa en el Procesamiento de Lenguaje Na-tural (PLN), y utiliza herramientas programáticas en el entorno de RStudio, así como bibliotecas reconocidas, como tidyverse, tidytext y ggplot; de esta forma, se busca comprender la relación de este fenómeno mediante la cuantificación de datos cualitativos, con el objetivo de descubrir los principales sentimientos presentes en tales narrativas (Teddlie y Tashakkori, 2009).
El orden de la exposición presenta un breve marco contextual del espacio donde se realizaron las entrevistas; posteriormente, planteamos el marco metodológico apoyado en la teoría de redes semánticas y el análisis de sentimientos desde una perspectiva cuantitativa; a continuación, expone-mos los resultados, donde se observa que los métodos cuantitativos corresponden a los resultados cualitativos, lo cual indica una alta influencia eclesiástica en los discursos de los sujetos tojach i ña’täbal. Finalmente, en las conclusiones se aborda la alta prevalencia del miedo a perder la mente, así como el papel reconfortante de los símbolos religiosos frente a este problema.
Esta investigación busca contribuir a los estudios de etnopsiquiatría al identificar los proce-sos causales, conductuales y de normalización que están presentes en la comunidad de Frontera Corozal, Chiapas, México. También, se plantea ofrecer una contribución antropológica en la identificación de emociones en los discursos sobre identidad-alteridad. Finalmente, se espera contribuir al amplio conocimiento sobre la cultura maya, en específico sobre las sociedades ch’oles y en particular, sobre los ch’oles de Frontera Corozal, México.
Frontera Corozal se encuentra en el estado de Chiapas, en el municipio de Ocosingo, dentro de la llamada Zona Lacandona. Este lugar fue poblado a finales de la década 1960 e inicios de la década de 1970, principalmente por sociedades ch’oles, tzeltales, tzotziles y tojolabales, bajo una fuerte influencia de instituciones eclesiásticas (García Méndez, 2000; De Vos, 2004). Actualmente, en Frontera Corozal hay una alta presencia de sujetos identificados como ch’oles, quienes dominan mayoritariamente su lengua materna (ch’ol) y el español. Asimismo, es común encontrar en el territorio personas habitantes identificadas como tzeltales y tzotziles, quienes por la cercanía lingüística logran comunicarse de manera efectiva con los ch’oles (Castro Vieyra, 2019).
Por otro lado, la Zona Lacandona se caracteriza por estar dividida en tres centros poblacionales situados entre los ríos Lacanjá y Usumacinta. En estas áreas, se encuentran asentamientos de diversas comunidades, como las lacandonas, tzotziles, tzeltales y ch’oles. Con relación a la comunidad ch’ol de Frontera Corozal, se encuentra ubicada cerca del Río Usumacinta (García Méndez, 2000; De Vos, 2004). Este contexto geográfico y cultural resalta la riqueza y diversidad sociocultural presente en la región.
La ubicación estratégica y la historia de la comunidad de Frontera Corozal permiten que las diná-micas y procesos socioculturales exhiban una presencia de saberes diversos, los cuales no solo divergen, sino que también convergen en los procesos cognitivos de la sociedad ch’ol. Esta interacción se refleja especialmente en las relaciones con otras sociedades mayas, los cual destaca cómo sus influencias históricas y culturales se entrelazan en la vida diaria. Además, el Río Usumacinta funciona como un espacio crucial donde se observa la migración de personas procedentes de Centroamérica, quienes frecuentemente establecen residencias prolongadas en Frontera Corozal y participan activamente en las interacciones locales. Dicho contexto dinámico proporciona un escenario rico para explorar las complejas interacciones entre identidades culturales, migración y la evolución de las comunidades locales a lo largo del tiempo.
Otro aspecto relevante de Frontera Corozal es la notable presencia de más de 20 iglesias, predo-minantemente de pensamiento cristiano. Tales instituciones no solo reflejan la diversidad religiosa del lugar, sino que también juegan un papel significativo en la vida comunitaria y en la formación de identidades culturales. Además, el lugar integra conocimientos provenientes de la educación estatal a través de instituciones educativas bajo la tutela de la Secretaría de Educación Pública. Este enfoque educativo complementa y enriquece los saberes locales, y proporciona a los habitantes de Frontera Corozal herramientas adicionales para enfrentar los desafíos contemporáneos y preservar su herencia cultural en un entorno dinámico y cambiante.
Es decir, estos factores de transversalidad cognoscente, basados en semióticas-cognitivas diver-gentes dentro de una misma semiosfera, son de gran importancia para investigar cómo los diversos saberes influyen en el conocimiento y las percepciones que los sujetos tojach i ña’täbal tienenrespecto a los sujetos sojquem i jol. Esta interacción compleja entre diferentes sistemas simbólicos y cognitivos dentro de una misma comunidad permite explorar cómo se construyen y negocian las identidades y las relaciones sociales, destacando la relevancia de considerar las múltiples capas de significado y las interpretaciones culturales en contextos específicos como el estudiado (Lotman, 1996; 1998).
En cuanto a la salud mental, es importante señalar que en Frontera Corozal no existen insta-laciones médicas que aborden los problemas de salud mental desde la perspectiva de la medicina occidental. Actualmente, el acceso a atención médica se limita principalmente a dos clínicas estatales que ofrecen servicios de medicina general. Además, existe un servicio privado que, al igual que las clínicas mencionadas, se centra únicamente en interpretaciones médicas generales.
En este contexto, se observa que la población de Frontera Corozal recurre a diversos saberes para abordar los fenómenos relacionados con los sujetos sojquem i jol. En primer lugar, se emplea la medicina tradicional, que se basa en el uso de hierbas y prácticas ancestrales. Además, se valoran los procesos simbólicos vinculados al monte y a las divinidades que lo habitan, así como los conoci-mientos ideológicos externos de naturaleza religiosa y prácticas espiritistas.
Con base en la información recopilada en el trabajo de campo, es necesario explorar cómo diversos conocimientos se entrelazan, interactúan y se manifiestan en las narrativas de los sujetos tojach i ña’täbal al explicar los procesos que gravitan en torno a este fenómeno de anomalía social llamado sojquem i jol. Este enfoque transversal nos permite entender cómo se entrelazan y articu-lan diferentes perspectivas culturales y cognitivas en la interpretación enunciativa de los procesos distintivos de mismidad-otredad (Devereux, 1971; Fourasté, 1992).
Como ya se ha mencionado, las entrevistas han sido analizadas en primer lugar desde la semiótica de la cultura y el análisis del discurso de la escuela francesa, con miras a entender las diferencias institucionales. Ahora, para los objetivos de este trabajo, procesaremos todas las narrativas a través del lenguaje de programación R para medir los léxicos que las personas usaron en su descripción de los sujetos sojquem i jol y, con esto, evaluar los sentimientos que prevalecen en los discursos. Esta metodología sigue las propuestas de métodos mixtos, donde se propone, entre otros procesos, la cuantificación de datos cualitativos para ser observados con técnicas cuantitativas (Thaler, 2017; Teddlie y Tashakkori, 2009).
La primera observación de este trabajo consiste en presentar una red semántica, pero, antes de avanzar en ello, es pertinente describir lo que es una Red Compleja o estructura de red. Una estructura de red, también conocida como grafo, se define como una representación de un grupo de entidades —que pueden ser agentes sociales, instituciones, espacios o palabras— interconec-tadas, las cuales se denominan nodos. Las conexiones entre nodos, llamadas aristas, describen un tipo de relación entre ellos. Al analizar una red, se omiten numerosos detalles del sistema, pero se da importancia a las interacciones entre sus elementos, como señalan Barabási (2014) y Menczer et al (2020).
Además, los nodos y las aristas pueden ser representados de diversas maneras según los intereses del investigador y su función dentro de la red. Por ejemplo, el grado total de salida y entrada de un nodo, que mide tanto el número de aristas que llegan a él como las que parten de él hacia otros nodos, puede visualizarse al variar el tamaño de los nodos. En este contexto, los nodos más grandes indican un mayor grado total, mientras que los nodos más pequeños seña-lan un menor grado de conexión en términos de entrada y salida de aristas. Tal representación visual permite una interpretación más clara y detallada de la estructura y dinámica de la red analizada, y facilita así el estudio de sus propiedades y relaciones internas según los parámetros definidos por el investigador.
También, las redes nos muestran el tipo de relación entre nodos según su cercanía, conocida como clúster. En otras palabras, los clústeres representan relaciones de proximidad o similitud, identificadas por colores que agrupan comunidades o relaciones afines. En este contexto, esta investigación propone emplear diferentes colores para visualizar los clústeres que reflejen cercanías léxicas en los cuerpos discursivos analizados (Menczer et al, 2020). Esta representación gráfica facilita la identificación y el análisis de patrones significativos dentro de la red, y ayuda a vislumbrar mejor la estructura y la dinámica de las interacciones lingüísticas estudiadas.
Así, puede establecerse que una red semántica debe seguir la estructura descrita anteriormente. Los nodos de la red corresponden principalmente a palabras encontradas en un corpus textual, mientras que las aristas entre los nodos representan las relaciones de co-aparición en dicho texto. Las palabras representadas por nodos más grandes indican un alto grado de interacción dentro del corpus, ya que están frecuentemente conectadas con otras palabras. A su vez, numerosas palabras se conectan con estos nodos de alto grado. Este patrón sugiere que estas palabras poseen una significativa importancia en los discursos analizados (Doerfel, 1998).
Por último, las aristas y nodos que presentan los mismos colores en la estructura de red semán-tica indican un tipo de relación de cercanía entre los léxicos, e indican con ello que estas palabras tienden a aparecer juntas en el texto con mayor frecuencia. Este agrupamiento cromático permite identificar subconjuntos de términos que comparten contextos o temas similares, lo que puede pro-porcionar una comprensión más profunda de las interacciones y patrones dentro del corpus textual (Christensen y Kenett, 2023).
Ahora, por otro lado, el PLN basado en la identificación léxica y el conteo de palabras tiene como objetivo descifrar la prevalencia de sentimientos en los textos, utilizando diccionarios especializados creados por diversos investigadores. En este estudio, se analizarán los corpus de nuestras bases de datos tomando como referencia los ocho sentimientos propuestos en el léxico NRC: enojo, anticipa-ción, disgusto, miedo, alegría, tristeza, sorpresa y confianza. La meta es establecer relaciones entre las palabras y los sentimientos para identificar las emociones predominantes en los discursos. Cabe destacar que, debido a la ambigüedad de algunos términos, estos pueden estar asociados con múl-tiples sentimientos en este diccionario (Mohammad y Turney, 2013).
Por otro lado, la investigación recurre al léxico Bing, desarrollado por Bing Liu. Este algoritmo léxico, similar al mencionado previamente, asigna valores a las palabras para indicar si su sentido es negativo o positivo. Sin embargo, a diferencia del algoritmo anterior, el léxico Bing solo permite identificar la polaridad en el corpus discursivo de manera más precisa (Silge y Robinson, 2017). Esta capacidad de distinguir entre sentimientos positivos y negativos en los textos analizados enriquece significativamente el análisis de emociones, lo cual proporciona una visión más detallada y matizada de las percepciones y actitudes reflejadas en el discurso.
En los últimos años, las herramientas de PLN han adquirido gran relevancia en el ámbito de las ciencias sociales y antropológicas, al ser utilizadas en investigaciones con diversos objetivos. Estas herramientas permiten identificar patrones en las narrativas de los sujetos sociales mediante la cuantificación del léxico empleado. Sin embargo, es importante reconocer que, como cualquier método de investigación, el PLN también presenta limitaciones. Una de las principales debilidades radica en la fragmentación del discurso al aislar los elementos léxicos, lo que puede conllevar a la pérdida de las líneas argumentativas y el contexto de las narrativas. Además, el análisis de senti-mientos, un componente común del PLN, no está exento de subjetividad, como lo evidencian los diversos diccionarios desarrollados por diferentes investigadores para estos fines indagatorios.
Para este caso en específico, se optó por estudiar los cuatro grupos de discurso en conjunto dado que ya se presentó un estudio comparativo de las tres sociedades narrativas (véase Castro Vieyra, 2019). De esta manera, se presenta un análisis de lo que la sociedad ch’ol entiende acerca de los sujetos sojquem i jol desde una perspectiva general, integrando las diferentes sociedades discursivas mencionadas anteriormente. Este enfoque permite examinar cómo convergen y se entrelazan las percepciones y conocimientos de las diversas comunidades discursivas, lo cual proporciona una visión más completa del conocimiento sobre la anormalidad ch’ol.
Así, pues, hemos llevado a cabo la eliminación manual de palabras vacías en las entrevistas. Esta medida se ha tomado debido a la alta presencia de palabras que carecen de significado, como artículos y otros términos similares, que no aportan un valor semántico relevante al análisis. Al eliminar estas palabras vacías, nos centramos en aquellas que tienen un mayor peso y relevancia en el contexto del estudio, lo que nos permite obtener resultados más precisos y significativos en el análisis de las entrevistas. Conjuntamente, las narrativas textuales fueron convertidas en datos cuantitativos mediante la “tokenización” (unidad digital), para facilitar su procesamiento y análisis a través de métodos cuantitativos.
Entonces, como se muestra en la Figura 1, el análisis revela las palabras más frecuentes en los discursos: destaca “mente” como la más recurrente, seguida de “diablo”, “gente”, “dios” y “loco”. Además, se identifican términos recurrentes relacionados con aspectos religiosos, como “pastor”, “iglesia”, “orar” y “demonio”4. Dichos atributos léxicos reflejan una fuerte influencia de la religión en las percepciones y narrativas sobre los sojquem i jol. Tal patrón léxico no solo coincide con los resultados de la investigación cualitativa, que también señala una predominancia de elementos religiosos, sino que además subraya cómo las creencias y prácticas religiosas se integran profun-damente en la interpretación y manejo del comportamiento anormal dentro de la comunidad. La convergencia de términos religiosos en ambos enfoques metodológicos sugiere que la religión juega un papel central en la configuración de los discursos y percepciones sociales sobre la salud mental y la desviación en la sociedad ch’ol.
Cabe destacar que la presencia de las palabras “monte” y “pierde” se asocia con el conocimiento ancestral, ya que se vincula con el origen del sojquem i jol. Según esta perspectiva, el monte simboliza un espacio donde se pueden realizar solicitudes a las entidades que habitan el lugar; y la “pérdida mental” se atribuye a la maldad y a la entrega del individuo a las fuerzas del monte (Rodríguez, 2017). Lo anterior refleja una interpretación cultural donde el entorno natural y las influencias espirituales desempeñan un papel crucial en la definición y percepción del comportamiento anormal dentro de la comunidad, sin embargo, lo veremos poco reproducido en los resultados siguientes.
[i] Nota. La primera ilustración de los datos muestra el top 20 de las palabras que más frecuentemente se encuentra en las entrevistas realizadas. La nube de palabras en la parte inferior se ha colocado para que el lector interesado pueda visualizar más palabras del corpus. Esta última representación de las entrevistas, indica con palabras más grandes aquellas de mayor frecuencia en el corpus; y entre más pequeñas se entiende que son menos frecuentes. Fuente: elaboración propia con información de entrevistas.
Al utilizar la función unnest_tokens en R, hemos transformado las entrevistas en ngrams con una longitud de 2 (n=2), lo que implica la creación de conexiones entre palabras adyacentes formando pares de palabras o nodos semánticos (n_gram = (w_i, w_{i+1})). Esta transformación nos permite explorar las relaciones y asociaciones entre las palabras comunes en el corpus de entrevistas. Cada par de palabras en el ngram representa una conexión semántica potencialmente significativa dentro del contexto del texto analizado. Mediante este enfoque, podemos visualizar y analizar de manera más detallada las interacciones y patrones de las palabras en la red, lo que nos brinda una mayor comprensión de la semántica y el significado subyacente en el conjunto de datos de las entrevistas. El examen de las etiquetas semánticas incorporadas a la red de la Figura 2 evidencia una compleja interrelación entre conceptos como “mente”, “enfermedad”, “cura”, “fe”, “maldad” y “cabeza”. La prominencia de “mente” y “enfermedad” como nodos centrales sugiere que la salud mental es una preocupación significativa en la comunidad ch’ol, profundamente influenciada por la percepción de la enfermedad mental como vinculada a fuerzas negativas o malignas. La interrelación de “fe” y “cura” resalta la importancia de la espiritualidad en el proceso de sanación, e indica que la comunidad recurre a prácticas religiosas como principales estrategias de tratamiento.
En el centro de la red se encuentran los conceptos de “mente” y “perdido”, los cuales se perciben como estrechamente vinculados y fungen como nodos de alto grado, lo que les atribuye una fuerte importancia en la estructura del grafo. Asimismo, términos como “orar”, “cabeza”, “palabra” y “su mente” también figuran como nodos de alto grado, pues interconectan los diferentes clústeres de la red. Esta disposición resalta la centralidad de la salud mental y la percepción de pérdida asociada con ella, y cómo la espiritualidad y el discurso religioso se entrelazan profundamente en la comprensión y respuesta a estas condiciones.
La presencia de conceptos como “oración”, “palabra” y “verdad” refuerza la idea de que la espiritualidad puede brindar un marco de significado y propósito a las personas que enfrentan enfermedades mentales. Estos elementos sugieren que las prácticas religiosas ofrecen un soporte emocional y un sentido de orientación en las narrativas de los sujetos tojach i ña’täbal, quienes frecuentemente relacionan las conductas de los sujetos sojquem i jol con enfermedades mentales atribuidas a fuerzas malignas asociadas al cristianismo. Esta conexión fortalece la perspectiva de que, a través de la religión y sus símbolos como el pastor, la palabra y la fe, se busca restablecer la salud mental de aquellos que se sienten perdidos en su mente.
El clúster color café, el más pequeño en la red, representa la relación entre la pérdida de mente y el monte como saberes ancestrales discutidos previamente. Esta representación sugiere que, aunque esta idea persiste en el conocimiento actual, su presencia es limitada en comparación con otras temáticas religiosas predominantes en la red. Estas temáticas incluyen conceptos como la maldad, el demonio, la iglesia y la oración, que exhiben una mayor frecuencia y conexiones dentro del análisis de la red semántica. La representación reducida del clúster café indica que la discusión y el peso conceptual de la pérdida de mente y el monte son menos prominentes o discutidos en relación con estas otras áreas de interés religioso y espiritual.
En términos generales, el análisis de la red semántica y la frecuencia de palabras revela que los sojquem i jol son conceptualizados como entidades que encarnan la maldad y la posesión de-moníaca, las cuales afectan directamente la cabeza y mente de los individuos. Este fenómeno se asocia predominantemente con la percepción de una pérdida significativa de la facultad mental entre aquellos identificados como sojquem i jol.
Para concluir esta investigación, el análisis de sentimientos aplicado a los corpus léxicos obtenidos de las entrevistas revela, según se observa en la Figura 3, que el sentimiento predominante es el miedo. Este sentimiento abarca diversas dimensiones, de acuerdo con lo observado arriba: el miedo a perder la mente, el temor hacia los individuos identificados como sojquem i jol, o la aprensión ante la posibilidad de una posesión demoníaca. Estos hallazgos subrayan la complejidad emocional y psicológica asociada con las percepciones y experiencias de los sujetos tojach i ña’täbal en relación con los sojquem i jol; y se destaca la importancia de entender cómo estas emociones influyen en la construcción social de estas identidades marginales en la comunidad de Frontera Corozal.
El enojo emerge como el siguiente sentimiento que más está presente en el discurso de los sujetos enunciantes, seguido de la tristeza y el disgusto. Esto indica que las narrativas de los sujetos tojach i ña’täbal sobre los sojquem i jol pudieran estar más inclinadas a la negatividad, debido a que los sentimientos positivos no muestran los mismos niveles de prevalencia que los negativos.
La inclinación hacia emociones negativas sugiere además una percepción generalizada de desaprobación, frustración o preocupación en relación con los sojquem i jol y las características religiosas que se les atribuyen, lo que refleja un contexto emocional complejo que merece un análisis más profundo en sus implicaciones. Para ampliar esta investigación sobre los sentimientos asociados, procederemos a identificar los léxicos más frecuentes en estas emociones, con el fin de discernir los patrones semánticos subyacentes y profundizar nuestra comprensión de cómo se construyen y transmiten las percepciones sociales y culturales en torno a los sojquem i jol.
Con respecto a la observación de emociones, el lector advertirá en la Figura 4 las cinco palabras principales en cada sentimiento expuesto en la figura anterior. Se observa que, en relación con el miedo, “loco”, “demonio”5 y “enfermedad” son las palabras que más se vinculan con este sentimiento entre los sujetos enunciantes, lo que sugiere que la pérdida de mente observada en los sujetos sojquem i jol tiene una asociación cultural de temor por su vínculo con la maldad y la enfermedad.
En la emoción de enojo, vemos nuevamente que “loco” y “demonio” figuran como las palabras que más generan este sentimiento, lo que apunta una interrelación entre estas palabras y las emociones negativas en los discursos. La asociación de “demonio”, “enfermedad” y “loco” con la tristeza indica también que estos términos no solo evocan miedo y enojo, sino además una sensación de desolación y desesperanza.
Por el contrario, la emoción positiva más predominante en las narrativas de los sujetos tojach i ña’täbal, la confianza, exhibe la presencia de términos como “Dios”, “iglesia” y “pastor”. Esto insinúa que las figuras religiosas y morales juegan un papel fundamental en la generación de confianza entre los individuos, al brindar seguridad y optimismo. Este fenómeno no solo se limita a la expresión individual de fe, sino que también muestra cómo estas figuras y símbolos específicos se convierten en anclas emocionales y sociales dentro de la comunidad, para otorgar fortaleza y seguridad frente a las incertidumbres asociadas con los sojquem i jol y sus desafíos.
Para evaluar y reafirmar estadísticamente si el discurso sobre los sojquem i jol se inclina hacia una connotación negativa como lo exponen los resultados previos, se llevó a cabo una prueba de proporciones de una muestra con corrección de continuidad. La hipótesis nula (H0) establece que la proporción de discursos negativos es igual a la proporción de discursos positivos (p = 0.5) ver Tabla 1. La prueba compara la proporción observada en el discurso con esta proporción esperada bajo la hipótesis nula.
El p-valor obtenido en la prueba es extremadamente pequeño (4.416e-13), lo cual es muy inferior a cualquier umbral comúnmente utilizado para una significación estadística, como 0.05. Este valor tan bajo proporciona una fuerte evidencia contra la hipótesis nula, y sugiere que la proporción observada de discursos negativos no es igual a la de discursos positivos. Se puede concluir con un alto nivel de confianza que el discurso y narrativas que enuncian los sujetos tojach i ña’täbal sobre los sojquem i jolse inclina significativamente hacia una connotación negativa, como se observa en la Figura 5.
En conclusión, se ha identificado que el discurso sobre los sujetos sojquem i jol tiene una fuerte inclinación hacia la negatividad, enmarcado principalmente en emociones como el miedo, el enojo y la tristeza. Este análisis revela que la percepción general de estos sujetos está profundamente influenciada por connotaciones negativas, lo que refuerza la estigmatización y la percepción de amenaza asociada a ellos. Sin embargo, es importante destacar que la confianza en las instituciones eclesiásticas, sus representantes y sus símbolos genera un sentimiento de seguridad y esperanza ante la presencia de lo negativo. Esta confianza en la estructura religiosa actúa como un contrapeso, pues ofrece a la comunidad ch’ol un sentido de protección y consuelo frente a la otredad y a aquello que se percibe como una amenaza externa. En este contexto, la semiosfera ch’ol se caracteriza por una dualidad donde las emociones negativas relacionadas con los sojquem i jol coexisten con un profundo respeto y fe en las instituciones religiosas, que brindan un marco de referencia y apoyo espiritual frente a las adversidades.
En este estudio, se adoptó un enfoque metodológico mixto integral para indagar en la función sociocultural de los sujetos conocidos como sojquem i jol mediante la cuantificación discursiva (Thaler, 2017). El análisis se desarrolló en dos fases interrelacionadas: en primer lugar, se llevó a cabo un exhaustivo análisis de relación semántica para explorar las correlaciones significativas presentes en los discursos acerca de los sojquem i jol. Este análisis permitió revelar los patrones subyacentes y las conexiones conceptuales que configuran las percepciones colectivas sobre estos sujetos. Posteriormente, se procedió con un estudio de PLN, enfocado en identificar y analizar las emociones expresadas en estas narrativas. Este segundo paso se diseñó para profundizar en la comprensión de las dinámicas emocionales y las funciones socioculturales desempeñadas por los sojquem i jol en su contexto cultural específico.
En primer lugar, el análisis de redes y frecuencia de palabras destaca la importancia de la fe, la espiritualidad y la ayuda de diversas fuentes en el proceso de curación. Asimismo, los nodos “mente” y “perdido” sobresalen por su alto grado, lo que indica que estos conceptos están estrechamente relacionados con las percepciones de los sujetos tojach i ña’täbal sobre los sojquem i jol. En términos generales, los conceptos “perdido” y “mente” se alinean con la definición proporcionada por el diccionario ch’ol de Bartholomew (1998). Sin embargo, la relación con conceptos de carácter religioso amplía el panorama, lo cual permite vincular las características simbólicas de causalidad, comportamiento y sanación asociadas a estas personas. También, es importante tener en cuenta que esta red semántica es una representación simplificada y no refleja la totalidad de las experiencias y perspectivas de las personas sobre la complejidad del tema.
En segundo lugar, el estudio de las emociones revela una clara diferenciación en la carga emocio-nal asociada a los términos utilizados en los discursos sobre los sojquem i jol. Se observa que palabras como “demonio”, “locura” y “enfermedad” son predominantes en las emociones negativas de miedo, enojo y tristeza. Estos términos no solo están frecuentemente mencionados, sino que además están profundamente arraigados en las percepciones colectivas de amenaza, peligro y desesperanza dentro de la sociedad ch’ol. Este hallazgo sugiere que las narrativas sobre los sojquem i jol están intrínsecamente vinculadas a emociones intensas y negativas, lo que es respaldado en nuestra prueba de hipótesis.
Por otro lado, términos como “Dios”, “pastor” y “bueno” están asociados con la emoción de confian-za, y destacan la influencia positiva de figuras religiosas y morales en la generación de sentimientos de seguridad y esperanza. Asimismo, la polaridad emotiva y la presencia de léxicos de carácter religioso refuerza los resultados de red y frecuencia de palabras, lo que señala un fuerte arraigo de la religión en el saber ch’ol sobre la totalidad sociocultural y cognitiva de los sujetos sojquem i jol.
En definitiva, los sujetos sojquem i jol se erigen en la sociedad ch’ol de Frontera Corozal como la encarnación de una otredad que despierta un profundo temor: el miedo a la pérdida de la cordura, el miedo a ser poseído por fuerzas malignas. Para los sujetos tojach i ña’täbal, el abandono de la razón, materializado en la pérdida del control mental, representa la culminación del alejamiento de Dios. Esta figura del otro se convierte en una representación simbólica de las fuerzas del mal y la amenaza que representan para la comunidad.